viernes, 17 de febrero de 2017

Acuarius - Por Juan Pablo Donoso

Esta cinta es un logrado homenaje a la DIGNIDAD femenina.

Con inteligencia, sobriedad y respeto, el laureado director y guionista brasileño, Kleber Mendonça Filho, nos introduce en el hogar de Clara, una viuda y periodista madura, de clase acomodada, que se opone a los intereses de una empresa constructora cuando trata de erradicarla del departamento en que ha pasado la gran parte de su vida.

Incluso sus hijos, ya adultos, intentan persuadirla de vender la propiedad e irse a un mejor lugar.

El desarrollo de la película nos ayuda a comprender las motivaciones  viscerales de esta mujer para mantener su decisión: una vida llena de recuerdos y secretas intimidades. Sólo lo dejará cuando se muera.

Durante casi dos horas y media compartimos con ella sus momentos de soledad y erotismo, la grata relación con sus hijos y nietos, sus amistades del vecindario, e incluso la entrañable comunicación con su fiel cocinera de tantos años.

La empresa constructora ya desalojó a los habitantes de los demás departamentos del edificio. Al comienzo intentará gentilmente persuadirla de vender. Más, ante su tenaz resistencia, iniciarán una campaña de hostigamiento, facilitando las dependencias vacías para fiestas ruidosas y bacanales. Comenzarán a invadir el estacionamiento de vehículos, a mantener un continuo tránsito de obreros, hasta usar el patio común para quemar viejos colchones y contaminar así el aire del lugar.

Cuando la situación ya pareciera insostenible, Clara, mediante una abogada amiga, logra dar un golpe maestro inesperado con el que triunfará sobre el abuso y la prepotencia de los contubernios políticos y financieros.

Sonia Braga (Doña Flor y sus Dos Maridos) a sus 66 años realiza una actuación espléndida; aún manteniendo una serena sensualidad demuestra que siempre ha sido también una gran actriz. Aunque la historia se pivotea primordialmente en ella, el director obtuvo un eficaz rendimiento de los personajes secundarios.

Si bien casi todas las secuencias fluyen en un tono cotidiano, la construcción del relato, el tratamiento de cámara y edición, mantienen un suspenso latente que nos va condicionando para el impacto final.   

Es interesante constatar cómo el autor Mendonça Filho integra en esta obra ciertos elementos que reinciden en su poética: la convivencia en edificios (Sonidos Vecinos – 2012) y los discos de vinilo (Vinilo Verde – 2004). Aquí, dentro del conflicto central, estos elementos constituyen también un nostálgico factor complementario.

UN MADURO Y REPOSADO TESTIMONIO DE DIGNIDAD FRENTE A LA PREPOTENCIA EMPRESARIAL Y A LA MANIPULACIÓN POLÍTICA. 

Ficha técnica

Título Original: Acuarius
Drama
Brasil – Francia – 142 minutos
Fotografía: Pedro Sotero y Fabricio Tadeu
Edición: Eduardo Serrano
Actores: Sonia Braga, Maeve Jinkings, Irandhir Santos
Director y Guionista: Kleber Mendonça Filho

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