jueves, 23 de febrero de 2017

Un Camino a Casa - Por Juan Pablo Donoso

Un caso verdadero, profundamente conmovedor, y realizado con talento y honestidad. 

En el barrio pobre de un pueblito de la India, hay dos niños hermanos que ayudan a su madre a juntar rocas para sobrevivir. Ellos son Gaddú de aproximadamente 10 años y Saroo de cinco. Una noche, mientras Saroo espera que su hermano vuelva a buscarlo en la estación del tren, se duerme en un vagón vacío. Cuando despierta al día siguiente el tren ya está en marcha y se aleja veloz hacia tierras desconocidas para el niño. 

Cuando por fin el tren se detiene en la remota Calcutta y se llena de pasajeros, el niño se baja y busca a su hermano sin hallarlo. Para peor ni siquiera habla bengalí. 

Vagará por las calles atestadas, dormirá en los rincones junto a otros niños vagos que son vendidos para comercio sexual o mutilados por delincuentes. Después de mucho escapar lo recoge la policía e interna en un orfelinato. De allí lo adopta un matrimonio sin hijos para llevarlo a la muy lejana Tasmania. 

Junto a la familia Brierly crecerá lleno de cariño. Cuando ya inicia su carrera universitaria, sentirá el apremio de averiguar su verdadero origen. Víctima de una dolorosa, y casi destructiva obsesión, utilizando todos los medios tecnológicos disponibles, y los difusos recuerdos de su infancia, acometerá la tarea de reencontrar su hogar y familia de procedencia. 
  
El proceso es doloroso y apasionante para el joven Saroo y para nosotros como espectadores. Somos testigos tanto de la maldad como del infinito amor que habita en el corazón de los seres humanos. 

Con esta síntesis sólo hemos esbozado las mil peripecias de tantos y tan variados personajes durante 25 años. 

Los méritos del filme son la verdad de sus hechos, la transparencia de los sentimientos, las excelentes actuaciones – en especial de Sunny Pawar como el pequeño Saroo, y luego Dev Pratel como el adulto incansable, agregando la honestidad de todos aquellos que fueron tejiendo su red de amores e incidentes fortuitos. 

El feliz resultado de la epopeya – como hallar la aguja en un pajar – fue producto del amor, de la tenacidad y de la bendición de la Providencia Divina, que algunos llamarían simplemente Buena Suerte.

Nos tendrá en todo momento emocionados por la sensibilidad que irradia y por la bella y sobria realización cinematográfica.   

UN   CASO VERDADERO QUE   DIFICILMENTE   DEJARÁ   INDIFERENTE   A CUALQUIER   ESPECTADOR.  MAGNÍFICA.

Ficha técnica

Título Original: Lion
Drama
Australia, EE.UU., Inglaterra – 118 minutos
Fotografía: Greig Fraser
Edición:  Alexander de Franceschi
Música: Volker Bertelmann y Dustin O´Halloran
Guión: Luke Davies, Saroo Brierley (libro Long Way Home)
Actores:  Dev Patel, Nicole Kidman, Rooney Mara
Director: Garth Davis

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