viernes, 12 de noviembre de 2021

Duna - Por Carlos Correa

El director Denis Villeneuve nos entrega una fascinante experiencia audiovisual con “Dune”, su última película, basada en la novela homónima escrita por Frank Herbert el año 1965. Rotulada como “Primera Parte”, comprende el inicio del libro, en una secuencia que cumple con un papel tanto introductorio como descriptivo de estos sucesos que acontecen en el año 10191. 

La acción se desarrolla en un árido planeta llamado Arrakis que es el principal reservorio de una sustancia denominada “especia”, fundamental para la vida humana y que además posibilita los viajes interestelares. Este inhóspito hábitat ha sido dominado por mucho tiempo por la Casa Harkonnen, sin embargo el emperador Padishah Shaddam IV ha decidido dar un giro y encargar su custodia a la Casa Atreides. Para ello encomienda al duque Leto I -Oscar Isaac-, que asuma el control del planeta. El duque se traslada al lugar junto a Lady Jessica -Rebecca Ferguson-, y al hijo en común, Paul -Timothée Chalamet-, con la esperanza de vincularse con los nativos Fremen, vislumbrando en ello la posibilidad de recuperar cierta calma y paz para todas las Casas. Sin embargo, como muchas veces sucede, las cosas no son como parecen y detrás de este importante encargo hay dobles intenciones. La jugada del emperador no es del todo honesta, y los Atreides se ven envueltos en una sucesión de engaños y traiciones que hacen peligrar su subsistencia.

El guion de la cinta, firmado por Eric Roth, Jon Spaihts y el propio Villeneuve, desarrolla claramente los sucesos. Nos guía, paulatinamente, al interior del laberinto construido por Herbert para explicarnos en detalle cada uno de los elementos que están en juego. Sin prisa alguna, la atención se enfoca en los detalles, principalmente en la creación de atmósferas y en las sensaciones que experimentan los protagonistas.

Villeneuve nos envuelve con una propuesta mucho más visual y sonora que de largos diálogos o argumentaciones. El relato es ciertamente sensorial, pretende sumergirnos en el mundo de Arrakis y en lo que viven y sienten quienes se encuentran allí. El polvo del desierto extremo, el viento constante, los amenazantes gusanos gigantes, el agudo e insoportable calor y una permanente sensación de vulnerabilidad, son llevados a la pantalla de manera colosal, en una producción que no deja duda alguna y nos sitúa al medio de la acción.

El elenco, con actuaciones estupendas, agrega, además, connotados nombres, entre los que destacan Josh Brolin, Jason Momoa, Stellan Skarsgård, Zendaya y Javier Bardem, entre otros, completando un reparto que tiene un gran peso escénico y que se potencia bajo el liderazgo de Villeneuve. No obstante, el peso mayor, reitero, está en el ambiente, en lo que los rodea externamente y también en lo que experimentan internamente, por lo que el desafío actoral es aun mayor, pues deben lograr representar sensaciones por medio de movimientos y miradas, más que con sus diálogos.

Mención aparte para la música escrita por Hans Zimmer. Es una banda sonora totalmente diferente a lo que acostumbramos recibir del compositor. No solo se propone encontrar sonidos nuevos sino que además, logra crear nuevos instrumentos especialmente para esta ocasión. El sonido es, así, un elemento trascendente, inseparable de la imagen, que hace vibrar el cine de extremo a extremo, agregando un gran número de sensaciones en perfecta armonía con lo que visualmente sucede en la pantalla. Técnicamente muy compleja, la partitura tiene gran densidad sonora, la que otorga cuerpo y bases sólidas a una composición visual estéticamente hermosa y que posee una fotografía -Greig Fraser-, tan precisa como envolvente.

“Dune” es una propuesta diferente, arriesgada, jugada y llena de convicciones. Es posible que no deje a todos contentos y que genere -ya es una realidad- un importante debate. Para mí, este cine de autor, aunque dentro del mundo que conocemos de las grandes producciones o “blockbusters”, destaca por muchas razones. Primero: asume el riesgo de elaborar un visión particular de un libro, algo complejo y que siempre será subjetivo; segundo: encuentra en la gran pantalla, y con todas sus posibilidades y opciones, la oportunidad de crear un mundo completo al que nos invita a entrar en la medida que aceptemos la propuesta; tercero: sin dejar de lado el relato tradicional, sitúa sus mayores esfuerzos en la atmosferización, en la construcción visual y sonora experiencial, y en transmitirnos una grandeza que, lejos de apocarnos, nos obliga a estar a su altura; y cuarto: salimos del cine diferentes, transformados, sintiendo haber vivido algo único, especial y distintivo.

Denis Villeneuve hace un buen tiempo nos viene brindando trabajos notables y su versión de “Dune” se inscribe en esa misma línea. Queda esperar la segunda parte y tal vez alguna sorpresa. Por ahora, solo aguardar, y disfrutar de las sensaciones que quedan tras los días, que se pueden volver a recordar escuchando la banda sonora, o bien dejando que vuelva a nosotros lo que experimentamos al estar frente a la gran pantalla.

¡Imperdible! ¡Excelente!

Ficha técnica

Título original: Dune
Año: 2021
Duración: 155 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Legendary Pictures, Villeneuve Films, Warner Bros.. Distribuidora: Warner Bros.
Género: Ciencia ficción. Aventuras. Drama | Aventura espacial. Cine épico
Guion: Eric Roth, Denis Villeneuve, Jon Spaihts. Novelas: Frank Herbert
Música: Hans Zimmer
Fotografía: Greig Fraser
Reparto: Timothée Chalamet, Rebecca Ferguson, Oscar Isaac, Josh Brolin, Jason Momoa, Stellan Skarsgård, Zendaya, Javier Bardem, Sharon Duncan-Brewster, Charlotte Rampling, Chang Chen, Stephen Henderson, Dave Bautista
Dirección: Denis Villeneuve

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