El amor que tiene Eloise "Ellie" Turner -Thomasin McKenzie-, por todo lo que evoque la moda y la música de los años sesenta, la lleva a querer ser una diseñadora de alta costura. Es un sueño para ella. Con el fin de cumplir su propósito, se traslada, desde una localidad rural cerca de Redruth, a Londres para iniciar sus estudios en el “London College of Fashion”.
De vivir sola con su abuela -su madre se suicidó cuando Ellie era pequeña-, a vivir con otros estudiantes, representa un mundo de diferencia, por lo que la cohabitación en departamentos compartidos no resulta grato en lo absoluto para esta joven, que tiene una personalidad más bien tímida e introvertida. Buscando tranquilidad e independencia, Ellie arrienda un viejo cuarto en Goodge Place, propiedad de una anciana llamada Alexandra Collins -Diana Rigg-.
El lugar elegido tiene su historia. Es un edificio antiguo situado en lo que alguna vez fue el centro de atención del Londres añorado, algo que a Ellie le llama la atención desde un principio y con lo que ella conecta inmediatamente. Tanto es así que, literalmente, se transporta a esos años. Se ve ella misma como una joven rubia llamada Sandie -Anya Taylor-Joy-, que quiere ser estrella, cantante y figura central en un bar frecuentado por un exitoso gerente llamado Jack -Matt Smith-.
Inspirada en Sandie, Ellie comienza a diseñar un vestido que le trae nuevas visiones. Mientras tanto, en las noches, la reconexión con ese pasado es cada vez más vívida y alucinante, al interior de un mundo que comienza a develar personajes que ocultan historias, en un ambiente cargado de misterios, secretos e historias de abuso.
Edgar Wright dirige un thriller psicológico que atrapa, donde el juego de planos y de roles provoca un genuino desdoblamiento. La propuesta implica una inmersión profunda en mundos diferentes, superpuestos y enfrentados. Estéticamente luminosa y bien lograda, la película ofrece una muy buena recreación de ambientes, lo que junto a una edición vertiginosa y a coreografías atractivas, captura nuestra atención desde el primer minuto. El tratamiento audiovisual también es poderoso, impacta gracias al uso de luces intermitentes, a la utilización de variadas sombras y sonidos en alto volumen, reflejando gráficamente los permanentes contrastes que se quieren evidenciar.
Las actuaciones protagónicas, tanto las finas y delicadas como las fuertes y decididas, resultan convincentes. Thomasin McKenzie y Anya Taylor-Joy brillan en sus roles, con amplios dominio de sus campos de acción, en una simetría y fusión que resulta única. Por otro lado, la configuración de los personajes secundarios si bien no destaca del todo, entrega sustento al metraje en el contexto de un escenario que por momentos se repleta de acciones que auscultan el ambiente de los 60, mostrando sus vicios, sus dobles estándares, su brillo externo y la podredumbre interna.
La dirección de Wright avanza con mano firme, distintiva, con buen ritmo y elevada tensión. La filmación produce temor sin el uso de herramientas evidentes, ya que. sin caer en típicos clichés, deja sentir el horror que perciben sus protagonistas.
Con un claro énfasis en lo femenino, en esa figura que se empodera y se revela ante el abuso y la adversidad, “Last Night in Soho” provee una trama sencilla, incluso no difícil de prever, ofreciendo novedad y frescura con giros y vueltas interesantes, en un estreno que resulta ser un verdadero aporte a la cartelera actual.
Ficha técnica
Título original: Last Night in Soho
Año: 2021
Duración: 118 minutos
País: Reino Unido
Productora: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos; Complete Fiction, Focus Features, Film4 Productions, Working Title Films
Género: Thriller. Fantástico | Thriller psicológico. Viajes en el tiempo
Guion: Krysty Wilson-Cairns, Edgar Wright
Música: Steven Price
Fotografía: Chung Chung-hoon
Reparto: Thomasin McKenzie, Anya Taylor-Joy, Matt Smith, Terence Stamp, Diana Rigg, Rita Tushingham, Synnove Karlsen, Joakim Skarli, Andrew Bicknell, Colin Mace, Michael Ajao, Will Rogers, Will Rowlands
Dirección: Edgar Wright
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miércoles, 24 de noviembre de 2021
El misterio de Soho - Por Carlos Correa
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