Siete días, siete historias. Raúl Ruíz, en una cinta que se encontraba perdida, filma en el año 1990 al Chile de ese tiempo, un país que está retornando lentamente a la democracia. Los nombres de cada uno de los capítulos es sugerente: “La gente nos mira”, “Chile fértil provincia”, “El inglés en las zonas sensibles”, “Alma C. Ríos Guzmán”, Los con H”, “Más allá de las montañas” y “Si te portas mal en esta vida, en la otra vida te conviertes en chileno”.
Ruíz dibuja el paisaje de un Chile que él no reconoce. Su relato es onírico y absurdo en la mayor parte del metraje. Los diálogos, en su mayoría inconexos, provocan bastante desconcierto. Se me viene a la memoria algunas de las mejores improvisaciones de Andrés Rillón y Julio Young, o el teatro del absurdo de Ionesco. Ruiz no teme conducir al borde de lo ridículo. Lo suyo es representar algo que en sí mismo lo es.
En un guion que irremediablemente es difícil de seguir y de encuadrar, ya sea por el paso de los años o por el estilo del director, se observa una pérdida de realidad. Esto de concebir la idea que toda la vida está dentro de una telenovela y que por momentos aquellas se pueden cruzar, dialogar e interferir, resulta un continuo que le da una cierto hilo narrativo a las historias.
Pero, ¿hay una pérdida de realidad o en verdad Ruíz filma algo extremadamente realista? Para el Chile de los noventa ambas opciones son posibles. Por un lado es cierto que las teleseries permiten a las personas vivir otras vidas y así tal vez olvidar las carencias propias. También se habla de sueños colectivos, ideales a alcanzar y sobre todo un ánimo creciente a progresar, dejando atrás los años más duros de la dictadura.
“La telenovela errante” es un trabajo premonitorio de Ruíz muy bien rescatado y concluido por su viuda, la directora Valeria Sarmiento. Tanto es así, que se adelanta casi dos décadas a lo que Vargas Llosa llama hace un par de años “La civilización del espectáculo”, definiendo lo que sucede actualmente con un fenómeno contemporáneo y vigente, que moldea el actuar de miles de personas.
Esta cinta póstuma, la número 121 del director chileno, es suspensiva. No concluye ni tampoco comienza, solo transcurre, y allí radica quizá su mayor valor, porque está hecha con el compromiso de un coro de actores que se dejan llevar por la mano de Ruíz. Confían en él y entregan fragmentos que incluso por separado podrían funcionar perfectamente. Todo esto se complementa perfectamente con el montaje y la edición de Sarmiento, que le da sustancia y unidad a un recuerdo fílmico no solo de Raúl Ruíz sino de un Chile que no podremos olvidar.
Ficha técnica
Título original: La telenovela errante
Año: 2017
Duración: 90 minutos
País: Chile
Productora: Poetastros / RR Producciones
Género: Drama. Comedia. Fantástico
Guion: Raúl Ruiz
Música: Jorge Arriagada
Fotografía: Leo Kocking
Reparto: Luis Alarcón, Patricia Rivadeneira, Francisco Reyes, Consuelo Castillo, Roberto Poblete, Liliana García, Mauricio Pesutic, Leticia Garrido, Marcial Edwards, Fernando Bordeu, Maria Erica Ramos, Carlos Matamala, Marcela Arroyave, Mario Lorca, Roberto Chignoli
Dirección: Raúl Ruiz, Valeria Sarmiento
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domingo, 9 de septiembre de 2018
La telenovela errante - Por Carlos Correa
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