jueves, 13 de septiembre de 2018

Mr. Klein - Por Juan Pablo Donoso

¿Cómo juega el instinto de LIBERACIÓN en la conciencia culpable de un individuo?

Un filme de nivel superior – en fondo y forma -que nunca llegó a exhibirse comercialmente en nuestro país.

Los títulos cumbres de su director Joseph Losey hablan por sí solos: El Sirviente (1963) – Galileo (1975) – Asesinato de Trotsky (1972) – Niño de Cabellos Verdes (1948) – El Merodeador (1951). Cuando pudo expresar sus inquietudes personales denunció “cómo la codicia, las guerras, los prejuicios y dogmatismos puede alienar las mentes humanas”.

El galán de moda de aquellos tiempos, Alain Delon, financió y protagonizó magníficamente esta historia. Un parisino burgués, millonario y vividor, durante la ocupación nazi en Francia, profita comprando a bajo precio pinturas valiosas de los judíos que necesitan escapar del país. Lo hace sin remordimiento, y porque siendo francés nada teme a los invasores germanos. Su nombre es Robert Klein.

Un día recibe un periódico judío dirigido a otro hombre también llamado Robert Klein. Se pone en campaña para demostrar a la policía que es sólo un alcance de nombres, y que entre sus antepasado nunca hubo un hebreo. Pero junto con alejar cualquier sospecha en su contra, se obsesiona por descubrir quién es este homónimo, y si la usurpación de nombres fue deliberada para perjudicarlo.

Iniciará su propia investigación hasta dar con el destartalado departamento del semita, pero sin hallarlo. Aprovechará la invitación extramatrimonial a un elegante castillo en el campo para hacerse pasar por el otro, y allí, detectar de lejos a su elusivo doble. Rastreará sus pasos conversando con bataclanas y obreras de pasados amoríos, sin lograr jamás hallarlo.

Y mientras más lo busca y conoce pormenores de su vida, más se comienza a identificar con el otro y, a la vez, a sentirse personalmente víctima también de la persecución. Es como si su conciencia de explotador – que permanecía sin escrúpulos – comenzara a despertar. Y por medio de esta búsqueda se va haciendo él mismo más sospechoso ante la policía.

En alemán llaman “doppelganger” a este doble fantasmagórico de una persona viva. Donde parecieran jugar al gato y al ratón por hallarse.

Atmósfera siniestra y hermosísima. Mucha cámara en mano. Ambientes refinados. Vestuarios exquisitos. Admirable recreación de época – 1942, invierno en París. Colores fríos que generan un ámbito kafkiano, recordándonos los contrastes surrealistas de Buñuel. Admirables reconstrucciones de calles con transeúntes, lujosos restaurantes y, también, multitudes de judíos franceses, niños, mujeres y ancianos, siendo apresados y trasladados a campos de concentración.

Galería de actores importantes de la época (1976). Jeanne Moreau, Francine Bergé, Michel Longsdale, Juliet Berto, Massimo Girotti, Roland Bertin.

Joseph Losey logra un relato de misterio cada vez más enajenante de duplicidad. Aunque Klein podría salvarse porque su abogado obtuvo las pruebas de que carecía de sangre judía, es tal su pasión por conocer al “otro” que podría seguirlo hasta el infierno si fuese necesario.

UN LABERINTO DE CONCIENCIA MAGISTRALMENTE LOGRADO, EN IMÁGENES Y EN ACTUACIÓN.

Ficha técnica


Título Original: Mr. Klein
Cine Arte Galería Patricia Ready
Drama, Misterio, Guerra 
Francia, Italia – 2,03 hrs. 
Fotografía: Gerry Fisher 
Edición: Marie Castro-Vázquez,Henri Lanoë, Michèle Neny 
Música: Egisto Macchi, Pierre Porte 
Diseño Prod.: Alexandre Trauner 
Guionistas: Franco Solinas, Fernando Morandi, Costa-Gavras 
Actores: Alain Delon, Jeanne Moreau, Francine Bergé 
Director: Joseph Losey

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