Las novelas de John Bellairs son apasionantes y gatillan la fantasía. Más, para este filme metieron demasiados sucesos del libro. Y quedó recargada, primando los efectos especiales por sobre el encanto y humanidad de sus personajes.
La película carece de la ternura del relato literario original. Aunque contaron con excelentes y adecuados actores – Cate Blanchett, Jack Black, Lorenza Izzo y el pequeño Owen Vaccaro – el guion quedó abultado con tantas peripecias.
Así, los personajes/actores nos impiden acceder a sus matices personales más íntimos. Se limitan a informar por textos sobre quiénes son, de sus historias pasadas, y sólo galopan por la sucesión de fenómenos mágicos.
Tanto director como guionista debieron seleccionar los acontecimientos centrales y las fantasías para dar a sus personajes el reposo que nos permitiera una mayor identificación con ellos.
Tal vez para dar un respiro introducen las secuencias del niño en el colegio y su interacción con otros compañeros. Aunque el título dice “UN reloj de pared”, en realidad son demasiados los relojes y otros elementos estrambóticos en aquel museo de hechiceros.
EXCESO DE PARAFERNALIA EN DESMEDRO DE BUENAS ACTUACIONES Y SIMPATÍA DE LOS PERSONAJES.
Ficha técnica
Título Original: The House with a Clock in its Walls
Andes Films Fantasía, comedia familiar EE.UU. – 1,44 hrs.
Fotografía: Rogier Stoffers
Edición: Andrew S. Eisen,Fred Raskin
Música: Nathan Barr
Diseño Prod.: Jon Hutman
Guion: Eric Kripke, John Bellairs (novela)
Actores: Cate Blanchett, Jack Black, Lorenza Izzo, Owen Vaccaro
Director: Eli Roth
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