jueves, 7 de junio de 2018

El Legado del Diablo - Por Juan Pablo Donoso

A veces conviene volver a gritar “El Rey va desnudo”. Y este es el caso.

Por muy premiada y publicitada que venga esta película, junto con sus méritos es necesario denunciar sus carencias. De lo contrario, seguiremos comulgando con “ruedas de carreta”.

Técnica y actoralmente tiene buen nivel, pero su argumento está mal fundamentado. Por ello, a pesar de lo atmosférico y musical, falla en lo más obvio: tener una sólida PREMISA. Al carecer de aquel principio básico de todo drama – aunque se trate del saturado género de terror – lo que sucede resulta caprichoso.

La historia, partiendo de una circunstancia dada – la muerte de la abuela – zigzaguea sin rumbo hacia cualquier lado. Va mezclando sin justificación el “gore” (imágenes macabras), el espiritismo, los espectros, la drogadicción, los complejos de culpa, el satanismo, lo paranormal (personajes poseídos flotando en el aire), protagonistas carbonizados y, para rematar, la sorpresiva coronación final del atormentado adolescente como Monarca del Infierno de los Decapitados… evento que ni siquiera se vislumbraba. En fin, como diríamos en chileno folclórico, para mantener el interés del espectador es cosa de “echarle con l´olla”.

Total, mientras haya misterio, claroscuros y música vibrante, veamos que otro imprevisto nos falta por agregar. Por suerte ahora prescindieron de los manidos “screamers” (golpes inesperados de sonido y rostros horripilantes).

Si mantiene tensos a los espectadores, se debe a que cualquier cosa puede irrumpir. Si quisieron crear una historia de horror profundo, inefable, espiritual y sin efectismos, su guionista y director pudo echarle una ojeadita a El BEBÉ DE ROSEMARY, LA MANSIÓN EMBRUJADA, EL EXORCISTA I, NOSFERATU, LA PROFECÍA I y LA MUJER POSEIDA (Andrzej Zulawski), por sólo nombrar algunos paradigmas en este género.

Tina Collette, como la madre en vías de desquicio, ejerce su oficio cuando el errático argumento se lo permite; Gabriel Byrne, admirable por personajes anteriores se limita a seguir la corriente; Ann Dowd aplica siniestra cordialidad; al joven actor Alex Wolf sólo le queda poner cara de sufrimiento por las calamidades que lo persiguen; y, como guinda de la torta, la pequeña Milly Shapiro, muchachita muy poco agraciada y antipática, será la primera en quedar asquerosamente degollada para después seguir atormentando al resto de su familia.

UNA PROLIJA REALIZACIÓN TÉCNICA, CON BUENOS ACTORES, SOBRE UN ARGUMENTO SIN MÉDULA Y, POR LO TANTO, LLENO DE GRATUIDADES.

Ficha técnica


Título Original: Hereditary 
Diamond Terror familiar EE.UU. – 2,07 hrs. 
Fotografía: Pawel Pogorzelski 
Edición: Lucian Johnston, Jennifer Lame 
Música: Colin Stetson 
Diseño Prod.: Grace Yun 
Actores: Toni Collette, Gabriel Byrne, Alex Wolff, Milly Shapiro, Ann Dowd 
Guionista y Director: Ari Aster

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