Aunque repite los habituales recursos fílmicos de competencias deportivas, aquí hay algo más profundo y sensible.
Además de ser una hazaña verdadera, los sentimientos se van apoderando, poco a poco, de los espectadores. Es por ello que, luego del típico combate final, nos nace aplaudirla, dejándonos con una mezcla de admiración, alegría y sutiles ganas de llorar.
Sucede en un pueblito de Estonia, a fines de los años 40. A la escuela local postula un profesor de Educación Física proveniente de Leningrado. Al comienzo se ignora su motivo de instalarse en un rincón insignificante de provincia. Y más aún de su insistencia en seguir allí a pesar de la falta de implementos pedagógicos. Un hombre solitario y muy reservado.
Estonia es un país de Europa del Norte, que limita con el mar Báltico y el golfo de Finlandia. Durante la 2ª Guerra Mundial estuvo bajo la dominación nazi, y después sometido a la Unión Soviética. Durante la guerra Endel Nelis desertó de ambos ejércitos y es buscado por las autoridades para arrestarlo. Por eso se oculta con falso nombre en esta aldea.
Ante la carencia de elementos esenciales de gimnasia, descubre arrumbado un viejo florete. Decide impartir clases de esgrima a los niños en los fines de semana. Era un connotado esgrimista antes de la guerra.
Como los alumnos disfrutan de las clases y progresan, reciben una invitación a participar en un campeonato interescolar de toda la URSS. El maestro Nelis, exponiéndose a ser arrestado por las fuerzas policiales, privilegia la ilusión de los niños y asiste al evento.
La gradual adaptación del maestro a la comunidad de la villa, el inicio de un romance con una joven profesora, y el cariño de los pequeños estudiantes van permeando el carácter del prófugo. La cobardía del Director de la escuela, que sólo obedece órdenes del Kremlin, lo definen como un tenaz antagonista.
Es un visceral retrato de la opresión política de Stalin, del miedo ambiental y de las mordazas de conciencia.
Junto con el grato pulso narrativo hay que destacar la selección de los niños. Sus actuaciones son alegres y sinceras. Y de entre ellos resalta la pequeña Liisa Koppel, en el rol de Marta. Su interpretación es tan poderosa que casi sin gestos, sólo con la mirada, comunica lo que cientos de actores adultos quisieran transmitir. Un prodigio de talento que, desde su primera aparición en pantalla, conmoverá hasta al más indolente espectador. Es imposible dejar de mirarla. Carisma puro. Algo digno de experimentar.
HISTORIA REAL QUE POR MEDIO DEL DEPORTE DENUNCIA UN DOLOROSO PERIODO DE OPRESIÓN POLÍTICA. EMOCIONANTE POR SU NOBLEZA.
Ficha técnica
Es un visceral retrato de la opresión política de Stalin, del miedo ambiental y de las mordazas de conciencia.
Junto con el grato pulso narrativo hay que destacar la selección de los niños. Sus actuaciones son alegres y sinceras. Y de entre ellos resalta la pequeña Liisa Koppel, en el rol de Marta. Su interpretación es tan poderosa que casi sin gestos, sólo con la mirada, comunica lo que cientos de actores adultos quisieran transmitir. Un prodigio de talento que, desde su primera aparición en pantalla, conmoverá hasta al más indolente espectador. Es imposible dejar de mirarla. Carisma puro. Algo digno de experimentar.
HISTORIA REAL QUE POR MEDIO DEL DEPORTE DENUNCIA UN DOLOROSO PERIODO DE OPRESIÓN POLÍTICA. EMOCIONANTE POR SU NOBLEZA.
Ficha técnica
Título Original: Miekkailija
Cine Arte Galería Patricia Ready
Drama, historia, deporte Finlandia, Estonia, Alemania – 1,39 hrs.
Fotografía: Tuomo Hutri
Edición: Ueli Christen, Tambet Tasuja
Música: Gert Wilden Jr.
Diseño Prod.: Jaagup Roomet
Guionista: Anna Heinämaa Actores: Märt Avandi, Liisa Koppel,Ursula Ratasepp, Hendrik Toompere Director: Klaus Härö
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