martes, 18 de febrero de 2020

Gretel y Hansel - Por José Blanco Jiménez

Los Hermanos Jacob Ludwig y Wilhelm Karl Grimm, entre los años 1812 y 1822, recogieron una serie de relatos tradicionales de un país en formación, que estaba dividido en centenares de principados y pequeñas naciones. Los unía sólo la lengua y el legado cultural de esas historias, que no se contaban a los niños sino que se compartían junto al fogón en las noches. Y el Romanticismo buscaba una identidad de los pueblos europeos sacudiéndose de encima el peso de la herencia romana.

Muchos de esos cuentos están basados en sucesos reales y es posible que el de Hansel y Gretel se haya generado por un crimen: dos niños asesinaron a una anciana; después se creó la tradición de la bruja y de la casita de chocolate.

Es probable, porque antropológicamente se repiten temores ancestrales del hombre occidental: el miedo a ser abandonados, el abuso por parte de los padres, la iniciación sexual prematura, la necesidad generada por el hambre.

No soy un spoiler, porque el relato es conocido por todos y ha sido llevado a la pantalla con personajes reales, muñecos y dibujos animados. Incluso hay una versión en plan de aventuras. Me refiero a Hansel y Gretel: cazadores de brujas (Hansel & Gretel: Witch Hunters, de Tommy Wirkola, 2013), con Jeremy Renner y Gemma Atherton.

Lo diferente en esta versión es que los niños no son abandonados en el bosque, sino que echados por su madre (el padre no existe), porque no tiene con qué alimentarlos. Gretel busca trabajo y se da cuenta que tendrá que transformase en prostituta. Parte con su hermano (como verdadera protagonista está primero en el título) y llegan a la cabaña de un leñador, que los ayuda. Después irán a la casa de la bruja. Entre paréntesis, la ambientación me recuerda la excelente The Witch(de Robert Eggers, 2015).

El resto es conocido, sólo que aquí se enfrenta el contraste entre los que tienen y los que no tienen (en un momento Gretel señala que el obispo se lleva las cosechas) y se declara que la abundancia nunca es buena y es sospechosa.

Hay que verla para juzgar. Y si el rostro de Gretel les resulta conocido, no duden. ¡Sí! Es ella: Sophia Lillis, que interpreta a la Beverly Mash de It (de Andy Muschietti, 2019).

(Gretel and Hansel. USA, 2020)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario