jueves, 1 de febrero de 2018

La Forma del Agua - Por Juan Pablo Donoso

Una nueva y hermosa fábula de Guillermo del Toro. Antes nos había deleitado, y aterrado, con su Hellboy (2004) y El Laberinto del Fauno (2006), entre las más señeras.

Sus temas recurrentes suelen ser el contraste entre las potencias tecnológicas y militares versus la fragilidad de personas simples y desvalidas, cuyo único potencial es la fantasía y el ansia de amar y ser amadas.

Y como única solución para tal desequilibrio, Del Toro concibe criaturas que están por encima de la dolorosa realidad cotidiana: sus queridos “Monstruos”. Sólo ellos son capaces de abrir nuevos horizontes de salvación para la raza humana.

Sus engendros pueden venir de la mitología o surgir de recónditas profundidades del mar, la tierra o el universo. Lo importante es que son salvadores de almas inocentes oprimidas.

Ahora es un ente acuático capturado en plena Guerra Fría. Su existencia y poderes curativos serán motivo de disputa de las principales potencias mundiales. Lo tendrán encerrado en estanques ultra secretos para estudiar sus propiedades, poseerlo y eventualmente diseccionarlo.

Eliza (Sally Hawkins), una muchachita solitaria, huérfana y muda, trabaja como aseadora en el laboratorio militar estadounidense donde tienen encerrada a la Criatura.

A escondidas logrará comunicarse por gestos con el monstruo estableciendo una relación de amistad al comienzo, y más tarde de enamoramiento y plenitud sexual.

Cuando se entera que intentan destruirlo, junto a un anciano vecino homosexual (Richard Jenkins) y a su leal compañera negra de trabajo (Ottavia Spencer) lo secuestran conservándolo en su tina de baño.

Las fuerzas militares de ambos hemisferios desplegarán sus fuerzas para recuperar a la Criatura.

A diferencia de antiguos filmes de monstruos malignos y de muchachitas en peligro, esta vez el verdadero enemigo es la Guerra Fría, sus gobernantes y custodios (Michael Shannon). El resto será la epopeya de estas criaturas indefensas que buscan la forma de escapar hacia dimensiones más luminosas de amor y armonía.

Este filme, con crudeza poética, denuncia la sensibilidad mutilada, las aberraciones del abuso de poder, el miedo de acercarnos a otros y la nobleza de la amistad.

Su título alude a cómo sus angustias fluyen, unas en otras, como aguas sucias buscando mares más limpios y abiertos.

Es otra visión de la Bella y la Bestia y de ET. Amor verdadero en circunstancias irreales. Reflexión sobre un amor sin fronteras. Sentimientos “heridos” buscando un sentido a sus vidas. En suma, más que una fantasía imposible es un canto a la TOLERANCIA y a la COMPASIÓN liberadora.

Premio Golden Globe 2018

POÉTICA, HERMOSA Y SENSIBLE

Ficha técnica  

Título Original: The Shape of Water 
FOX 
Fantasía, romance, intriga EE.UU.-Canadá – 2,03 hrs. 
Fotografía: Dan Laustsen 
Edición: Sidney Wolinski 
Música: Alexander Desplat 
Diseño Prod.: Paul D. Austerberry 
Actores: Sally Hawkins, Octavia Spencer, Michael Shannon, Richard Jenkins 
Guionista y Director: Guillermo del Toro

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