Refinada producción escrita, protagonizada y dirigida por Edward Norton. Su única dirección anterior fue Divinas Tentaciones (2000).
Maraña político/policial ambientada en los años 50 de NY. Al estilo de los clásicos “film-noir” de EE.UU. y Francia. Reminiscencias de El Halcón Maltés, con suspenso soterrado a la manera de Polanski (Chinatown), De Palma y algunas de Scorsese.
Un poderoso empresario (Alec Baldwin) domina a las autoridades municipales. Aniquila a todo quien se interponga en su ambición de evacuar barrios humildes de Brooklyn para construir allí sus autopistas, rascacielos y puentes.
Un equipo de detectives privados debe dilucidar quiénes, y por qué, asesinaron a su jefe Frank. Fueron niños huérfanos, criados en un orfelinato católico, y ahora se tenían férrea lealtad entre sí.
El núcleo del conflicto es descubrir, y denunciar, un antiguo delito de abuso sexual cometido por el empresario.
La mente obsesiva de Lionel (Edward Norton) rastrea secretos muy bien guardados que podrían cambiar el futuro balance de Nueva York.
Este protagonista, de memoria fotográfica, es el clásico anti-héroe (tipo Humphrey Bogart o Jack Nicholson) que - además - padece de un estruendoso síndrome de Tourette.
Luchará contra matones, corrupción, y contra el hombre más poderoso de la ciudad para resolver el asesinato de su mentor y mejor amigo, Frank Minna (Bruce Willis).
Además de dirigir bien a varios buenos actores (Willem Dafoe, Michael K. Williams, Robert Wisdom, Cherry Jones, Bobby Cannavale, Leslie Mann, etc.), hay especial lucimiento personal e histriónico del mismo Edward Norton.
Revela un prolijo estudio de su personaje y de las características neurosíquicas de su dolencia (exabruptos descontrolados del subconsciente), factor que complicaba su pesquisa.
Excelente fotografía, montaje y ambientación: el Brooklyn de aquellos años juega como un personaje más del reparto. Certeros encuadres de detalles y objetos de utilería. Estupenda selección popular jazzística en contraste con las doradas cúpulas del poder neoyorquino.
Sin dejar de ser buen cine, en el guion predomina la estructura novelesca - de Jonathan Lethem - por sobre la dramática.
El exceso de datos, personajes y nombres obliga a mantenerse atento para seguir el hilo. Por su longitud podría resultar cansadora para algunos espectadores. La segunda parte pudo ser más sintética.
Llama la atención que, cuando en esa época el Tourette era aún desconocido como enfermedad, nadie insulta ni se burla de Lionel, ni menos dudan de su inteligencia. Tampoco lo agreden por su compulsivo toqueteo.
DENSA Y LARGA MARAÑA DE CORRUPCIÓN POLÍTICO/POLICIAL. BIEN LOGRADO ESTILO FILM-NOIR.
Ficha técnica
Título Original: Motherless Brooklyn
Crimen, drama Warner EE.UU. - 2,24 hrs
Fotografía: Dick Pope
Edición: Joe Klotz
Música: Daniel Pemberton
Diseño Prod.: Beth Mickle
Guion: Edward Norton, Jonathan Lethem (novela)
Actores: Edward Norton, Gugu Mbatha-Raw, Alec Baldwin
Director: Edward Norton
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