Entonces, sólo podemos evaluar estas películas por el oficio audiovisual con que manejan las historias. Es decir, cuánto captan y mantienen nuestra atención, cuánto simpatizamos con sus personajes, cuánto miedo nos provocan, hasta qué punto trasgreden la lógica, y cuánto evitan desagradables efectismos de rostros horribles que aparecen de golpe, o los consabidos estruendos orquestales sin prevención.
¿Cuáles son, a nuestro juicio, las mejores obras de este género? Aquellas en que el ambiente es normal, que sus personajes se conducen de acuerdo a una lógica cotidiana, y que llevando una vida sencilla se ven, gradualmente, atrapados en circunstancias pavorosas y de difícil explicación. Tal sería el caso, por ejemplo, de El Resplandor de Kubrick (1980) o La Mansión Embrujada (1963) de Robert Wise. Cuando en un relato lógico se comienzan a filtrar elementos inexplicables que llevan a consecuencias inesperadas, felices o traumáticas.
Este filme sigue los pasos de su exitoso antecesor, también llamado Los Extraños (2008), escrito y dirigido por Bryan Bertino. Ahora, nuevamente con Bertino como guionista, pero dirigido por Johannes Roberts, repiten la circunstancia terrorífica pero con personajes diferentes.
Una familia compuesta por papá, mamá, hijo adolescente e hija menor rebelde deciden visitar a unos tíos que viven en unas cabañas de vacaciones en el campo. Cuando llegan, ya de noche, hallarán a los parientes masacrados, y ellos mismos serán los próximos candidatos a morir así.
El resto de la película es cómo intentan evadir a los misteriosos asesinos: dos mujeres y un hombre enmascarados. El suspenso radica en que todo ocurre de noche, que ellos son los únicos habitantes del condominio, que es imposible escapar y que jamás sabemos la causa de los asesinatos.
A tal punto la fórmula carece de motivaciones que cuando logran quitarle la máscara a una de las criminales, y le preguntan por qué quieren asesinarlos, ella, agonizante, responde con toda calma: “¿Y por qué no?”. (¡!)
A diferencia de otras con similares máscaras -como la saga de los Martes 13 - esta cinta elude los golpes bajos efectistas, mantiene buen ritmo, sus personajes “buenos” generan empatía y, muy en especial, dura sólo 1,25 hrs. Sobresale la actriz Bailee Madison (Hermanos – 2009) como la hija menor rebelde. Es carismática y otorga progresión dramática a su personaje.
PARA MANTENERSE ASUSTADO PERO SIN EXIGIR LÓGICA NI MOTIVACIONES.
Ficha técnica
Título Original: The Strangers: Prey at Night
Diamond Films Terror EE.UU. – 1,25 hrs.
Fotografía: Ryan Samul
Edición: Martin Brinkler
Música: Adrian Johnston
Diseño Prod.: Freddy Waff
Guionistas: Bryan Bertino,Ben Ketai
Actores: Christina Hendricks, Bailee Madison, Martin Henderson
Director: Johannes Roberts
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