lunes, 9 de julio de 2018

Sicario: Día del Soldado - Por Carlos Correa

De la película original “Sicario” del año 2015 reconocemos a su guionista, Taylor Sheridan, y por cierto a Benicio Del Toro, su protagonista. No obstante aquello, la ausencia del director canadiense Denis Villeneuve se nota demasiado. No es que Stefano Sollima haga un mal trabajo con el guion de Sheridan, sino que su composición y foco es totalmente diferente. Veamos por qué.

Los carteles mexicanos han ido ampliando su rubro de acción. Ahora no solo ingresan drogas al territorio de Estados Unidos sino que también colaboran con el cruce de terroristas islámicos. La frontera es realmente una franja peligrosa y el gobierno federal estadounidense debe hacer frente a esta nueva amenaza. Con esta misión retorna de sus misiones el agente federal Matt Graver -Josh Brolin-; buscar una forma de evitar que traspasen la frontera potenciales causantes de nuevos atentados. Y su idea es provocar una guerra entre carteles secuestrando a la hija menor del jefe de uno de los más importantes, una misión para la que recurre al sicario Alejandro Gillick -Del Toro- quien tiene una amarga historia con dicho cartel. Narrada de esta forma, las piezas calzan perfectamente y en forma lineal, sin embargo el guion está hábilmente construido para saltar, fragmentar y disgregar la atención durante la presentación de la historia.

Una característica esencial de la cinta original se ha evaporado en esta secuela. El ritmo de la narración ha dejado de ser un continuo que atrape, seduzca y conduzca hacia momentos de mayor tensión dramática. Esta característica ha sido reemplazada por un relato que basa su tensión en los hombros de los experimentados actores Del Toro y Brolin, dejando desprotegida la continuidad y potenciando las escenas de máxima crudeza que son las que van marcando los puntos más fuertes de la cinta.

Tal vez debido a esta construcción diferente es que queda la sensación de que es un retroceso, aún tomando en cuenta el carismático trabajo de Benicio Del Toro junto a la conocida y profunda mano de Sheridan, porque esta secuela no se arriesga a dar un paso adelante en la configuración de un escenario adecuado para su desarrollo. La película se siente forzada, por ratos internamente desconectada y de alguna manera deambula -y aquí puede ser literal- por el desierto fronterizo. La música de Hildur Guðnadóttir tampoco colabora mucho. Se repite, es plana y añora los matices que Jóhann Jóhannsson -recientemente fallecido- dibujó con maestría para la cinta pasada.

Dadas las altas expectativas que genera, Sicario: Día del Soldado, decepciona. Es cierto, está sobre la media, pero ahora naturalmente le exigimos más. Veremos hacia dónde deriva la historia, sobre todo ahora que, con un final abierto, le permitirá tomar rumbos diversos y también nuevas decisiones sobre todas y cada una de las temática expuestas en el camino ya recorrido.

Ficha técnica

Título original: Sicario: Day of the Soldado
Año: 2018
Duración: 122 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Coproducción Estados Unidos-Italia; Columbia Pictures / Thunder Road Pictures / Black Label Media / RAI. Distribuida por Columbia Pictures
Género: Thriller. Drama. Acción | Crimen. Secuela
Guion: Taylor Sheridan
Música: Hildur Guðnadóttir
Fotografía: Dariusz Wolski
Reparto: Benicio del Toro, Josh Brolin, Matthew Modine, Catherine Keener, Isabela Moner, Jeffrey Donovan, Elijah Rodriguez, Christopher Heyerdahl, Manuel García-Rulfo, Bruno Bichir
Dirección: Stefano Sollima

No hay comentarios.:

Publicar un comentario