jueves, 22 de diciembre de 2016

Florence Foster Jenkins - Por Juan Pablo Donoso

Otra espléndida versión del caso de Florence Foster Jenkins.

En el reciente mes de julio comentamos el filme MARGUERITE, dirigido por Xavier Giannoli, en una coproducción franco-belga-checa, protagonizada con gran talento por Catherine Frot. En ese artículo elogiamos tan bella y patética película. Y también anunciamos el pronto estreno de otra versión a cargo de Stephen Frears como director  y con Meryl Streep como protagonista titulada FLORENCE FOSTER JENKINS.

En la anterior, si bien tomaron los elementos fundamentales del caso, hubo deliberadas alteraciones, incluyendo el título – MARGEURITE – quizás para hacer menos doloroso el relato y privilegiar la ambientación y la fábula.

En esta se narran los hechos con más realismo. Y el éxito se logra por la sensible mano del director Stephen Frears con su equipo técnico, y la eximia actuación de Meryl Streep muy bien secundada por Hugh Grant y Simon Helberg.

El guión tragicómico de Nicholas Martin da en el clavo para mantener el equilibrio entre lo trágico del personaje central y lo ridículo de su comportamiento inevitablemente jocoso. 

Ahora se acentúa la soledad y desamparo psicológico de aquella mecenas multimillonaria que insiste en cantar famosas arias de ópera careciendo por completo de talento, oído musical y sentido de autocrítica. 

Si bien fue pasto de aduladores, mentirosos y aprovechadores de su fortuna, ella, la verdadera Florence, logró sus anhelos de llenar las principales salas de Nueva York y grabar un considerable número de discos. Aunque el público y los críticos la ensalzaran sólo para burlarse de sus horripilantes chillidos, terminó sus  días convencida de su talento y contenta con su fama.

Ambas películas son excelentes. Aquí Meryl Streep una vez más conmueve con histrionismo, y se agrega el mérito de ser ella misma quien canta con semejantes desafinaciones. Hugh Grant, como el esposo St.Clair Mayfield, a pesar de hacer vida marital con una amante, logra mantener a Florence arrullada con paternal ternura. Vemos cómo este actor  puede también interpretar personajes con mayores matices de profundidad. Además de la calidad de todos los secundarios, juega aquí un difícil rol el joven actor Simon Helberg, a quien sólo conocíamos como comediante  en la serie televisiva The Big Bang Theory. Le corresponde ser el frágil y afeminado pianista acompañante de Florence a lo largo de toda su vida. Sus expresiones de asombro, unidas a su solidaria compasión por la cantante, dicen más que mil palabras. 

Quienes sólo vean esta cinta conocerán el caso de Florence y disfrutarán de una esplendida realización. Pero el mayor deleite lo tendrán aquellos cinéfilos que puedan ver ambas versiones, disfrutar con las diferencias de tratamiento y, muy en especial, admirar cómo dos equipos cinematográficos, utilizando un mismo caso real tan insólito, consiguen filmar dos excelentes películas.

ADMIRABLE   2ª VERSION  DE  UN  FENÓMENO  LÍRICO PATÉTICO Y GRACIOSO  A  LA  VEZ.

Ficha técnica

Inglaterra, EE.UU.
2016
111 minutos
Tragicomedia biográfica
Fotografía: Danny Cohen
Música: Alexandre Desplat
Edición: Valerio Bonelli
Vestuario: Consolata Boyle
Guión: Nicholas Martin
Actores: Meryl Streep, Hugh Grant, Simon Helberg, Rebecca Ferguson
Director: Stephen Frears

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