viernes, 31 de enero de 2020

Judy - Por Carlos Correa

La figura de Judy Judy Garland genera curiosidad. Tempranamente lanzada a la fama gracias a su brillante rol protagónico en “El mago de Oz” interpretando a la huérfana Dorothy Gale, los últimos meses de su carrera y de su vida son controvertidos. Judy sigue siendo una estrella pero vive ya su ocaso. Los problemas son imparables y pese a sus grandes esfuerzos para sobreponerse, fundamentalmente su temple y actitud, no consigue detener un declive que ya no tiene vuelta atrás.

Renée Zellweger encarna a Judy de una forma incombustible. Tanto internaliza el personaje que podríamos decir que ella es, en esencia, esa Judy que batalla con su vida, con sus problemas psicológicos, con sus adicciones, con sus temores y frustraciones, con su deseo de poder revertir su realidad y entregar a sus dos hijos menores lo que necesitan; una madre presente y preocupada por ellos.

Rupert Goold filma un guion de Tom Edge que coloca sobre la protagonista la responsabilidad y el peso total del relato. Renée Zellweger despliega un esfuerzo encomiable que la lleva a realizar una actuación memorable, que ya ha recibido merecidos premios y reconocimientos, y que sin duda será recordada por estar en un nivel muy alto. Pese a aquello, la cinta carece de un fondo con más sustancia y que entregue una narrativa con mayores elementos que permitan profundizar en la historia. Solo observamos los recuerdos de juventud de Judy mientras filmaba su ópera prima, lo que es muy importante pero insuficiente. Allí vemos cómo la joven Judy -Darci Shaw- bajo la supervisión y abuso de poder de Louis B. Mayer -Richard Cordery- sufre consecuencias producto de severas restricciones. Claro, la relación de ese oscuro pasado tiene consecuencias en el presente pero no logra explicar del todo el por qué Judy ha llegado al estado en el que se encuentra.

En una cinta de esta envergadura, con una actuación principal tan maciza, no es comprensible que para escenas musicales con una banda, no haya siempre músicos profesionales. Las mímicas percibidas en algunos cuadros disminuyen sus bonos de inmediato, tanto como los efectos de doblaje en el canto cuando no logran sincronizarse a pesar de una intencionada edición. La banda sonora, con algunos momentos muy altos, tampoco logra una mayor presencia emotiva pues varias escenas importantes no tienen sonido, solo diálogo, y aquello redunda en un contexto más vacío. Por cierto existe una salvedad y que es la gran escena final. Con una notable construcción emocional y audiovisual, aminora en algo la simpleza previa logrando una mejor sensación final.

Bravo por Renée Zellweger que se consagra con este papel tras haber aceptado un desafío enorme. Solo por ella vale la pena ir a ver la cinta, porque Renée llena la pantalla y logra que su personaje transmita fuerza y emoción. Aunque el desarrollo del metraje quede en deuda y la película no despegue, el magnetismo de Judy lo tendremos presente durante mucho tiempo.

Ficha técnica

Título original: Judy
Año: 2019
Duración: 118 minutos
País: Reino Unido
Productora: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos; BBC Films / Calamity Films / Pathé / 20th Century Fox
Género: Drama | Biográfico. Años 60. Música
Guion: Tom Edge (Obra: Peter Quilter)
Música: Gabriel Yared
Fotografía: Ole Bratt Birkeland
Reparto: Renée Zellweger, Rufus Sewell, Finn Wittrock, Michael Gambon, Jessie Buckley, Bella Ramsey, John Dagleish, Gemma Leah Devereux, Gaia Weiss, Andy Nyman, Fenella Woolgar, Phil Dunster, Julian Ferro, Royce Pierreson, Lucy Russell, Philippe Spall, Kate Margo
Dirección: Rupert Goold

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