lunes, 3 de junio de 2019

El cuento de las comadrejas - Por Carlos Correa

Juan José Campanella está de regreso con esta nueva película que es un remake de la cinta “Los muchachos de antes no usaban arsénico” estrenada en marzo de 1976, coincidiendo entonces con el golpe militar en Argentina. El director de “El secreto de sus ojos” imprime su estilo y da vida a un relato que contiene múltiples características y que fluye de comienzo a fin.

En una lujosa mansión antigua y llena de recuerdos, viven cuatro personas mayores. Una glamorosa ex estrella de cine, su marido, un ex-actor que está en silla de ruedas, y dos amigos: un ex-guionista y un ex-director. El equipo trabajaba junto en los años dorados del cine y los recuerdos son permanentes y también recurrentes. Parece que quisieran mantener la gloria conseguida en tiempos pretéritos y todo gira en torno a ese pasado que se vislumbra imponente, majestuoso e inolvidable. La aparente calma del lugar se interrumpe de pronto con la llegada inesperada de dos jóvenes que buscan ayuda y reconocen a Mara Ordaz -Graciela Borges- como la recordada y admirada diva. Ella se ve seducida por los halagos mientras Pedro -Luis Brandoni-, su esposo, mira toda esta escena muy extrañado. Norberto -Oscar Martínez- y Martín -Marcos Mundstock-, ex-director y ex-guionista respectivamente, dudan de inmediato sobre las verdaderas intenciones de esta joven pareja.

Los recién llegados, Francisco -Nicolas Francella- y Bárbara -Clara Lago- se deshacen en piropos hacia Mara. Le ofrecen una oportunidad irresistible para ella que es vender la casa y mudarse a un apartamento del centro para que así vuelva a ser la estrella de antaño, recordada y adulada por todos. El plan parece fluir, pero en el camino, el desarrollo del metraje va adquiriendo otros matices y el excelente guion nos lleva a situaciones y escenas que van provocando una creciente tensión que no cede hasta la última toma.

Campanella tiene un sello propio que es perfectamente reconocible, entre otros aspectos, por los diálogos que sostienen sus protagonistas. Ingeniosas como un juego de misterio y estratégicas como una partida de ajedrez, cada línea tiene un contrapunto que responde acertadamente a su correspondiente propuesta. Los actores, elegidos con acierto y precisión, aportan con personalidades muy bien definidas y con algunas salidas que primero obtienen sonrisas y que con el correr de los minutos provocan carcajadas.

La construcción del relato es de gran nivel. No parece faltar nada, los elementos se mueven al ritmo de la historia y poco a poco nos vamos enterando de la vida y lo que ha sucedido en la Mansión, esto es, el inevitable pasado y la incertidumbre del futuro. Campanella recoge perfectamente los sentimientos de cada uno de sus personajes. Las motivaciones de cada uno son diferentes y por ello están muy bien descritas. Es cierto, es una mirada al interior de la producción de cine, pero también a la profundidad de una vida recorrida, los éxitos, los fracasos, las frustraciones, los temores y los deseos personales más íntimos.

El estilo de esta comedia negra responde también a la firma de su director. Dura y profunda cuando amerita, sutil y graciosa cuando debe romper la tensión, la escritura va trazando un camino que seduce y que además se hace necesario transitar. Las actuaciones, sólidas, llenas de compromiso y de conexión, entregan al relato el soporte necesario para generar un abanico pleno de emociones. Por momentos estamos como en una obra de teatro, con mínimos elementos y solo con los actores y sus diálogos. En otros, los recuerdos toman el protagonismo, o nos enfrentamos a la realidad de lo acontecido, en un juego permanente donde quienes lo juegan deben ser muy claros en qué privilegiar y qué camino tomar pues de ello depende su destino.

Juan José Campanella vuelve al ruedo con esta esperada película que paradójicamente antes se titulaba “Regreso mortal”. Con una mano y una factura que se acerca sin superar su cinta ganadora del Oscar a película extranjera en año 2010, nos recuerda que el director tiene aún mucho que decir y que entregar.

Ficha técnica

Título original: El cuento de las comadrejas
Año: 2019
Duración: 129 minutos
País: Argentina
Guion: Juan José Campanella, Darren Kloomok (Historia original: Augusto Giustozzi, José A. Martínez Suárez)
Música: Emilio Kauderer
Fotografía: Félix Monti
Reparto: Graciela Borges, Oscar Martínez, Luis Brandoni, Clara Lago, Marcos Mundstock, Nicolás Francella
Productora: Coproducción Argentina-España; 100 Bares / Telefé / Tornasol Films / INCAA
Género: Comedia. Intriga. Drama | Remake. Comedia negra
Dirección: Juan José Campanella

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