lunes, 17 de diciembre de 2018

Roma - Por Carlos Correa

¡Impresionante!

Es la primera palabra que me surge respecto a “Roma”, el último trabajo y por cierto la mejor película del cineasta mexicano Alfonso Cuarón, ganador del Óscar por “Gravedad”. Tal vez no hay palabras para describirla, o quizás hay muchas palabras y expresiones que podrían llenar páginas dando cuenta de todo lo que nos pasa en sus 135 minutos. Lo cierto es que “Roma” no nos deja indiferentes. En su obra más personal, Cuarón nos invita a recorrer una historia íntima, sagrada, que está inspirada en su propia infancia en la colonia Roma, un barrio de clase media-alta del México de comienzos de los años setenta, pero que tiene una universalidad tal que podría ser perfectamente un barrio de Santiago de Chile o también uno de mi natal La Serena.

Cleo -Yalitza Aparicio en un papel formidable- es una de las dos “nanas” de la casa. Ella está destinada al cuidado de los cuatro niños -Sofi, Toño, Paco y Pepe- del matrimonio conformado por Ignacio -Andy Cortés- y Sofía -Marina de Tavira-. La casa es amplia, aunque la entrada que da a la calle es angosta y pequeña. Un largo y cerrado corredor de baldosa une el ingreso con un pequeño patio interior que divide las pequeñas dependencias donde viven Adela y Cleo de los ambientes interiores donde habitan sus patrones. La vida transcurre cotidiana. Los niños juegan, Sofía los contiene e Ignacio llega tarde y cansado del trabajo mientas en familia le esperan con ansias para poder compartir. Vive también con ellos la abuela, la madre de Sofía, la Señora Teresa.

La cinta es un lujo, una joya preciosa y delicada. El mismo director se hace cargo de la fotografía que es sencillamente extraordinaria. El blanco y negro impreso por Cuarón no es una decisión cualquiera. Permite dotar a la cinta de una textura que se palpa y se siente como propia. Los diferentes matices, los infinitos tonos de grises que produce una iluminación precisa, otorga realce a cada cuadro y a cada secuencia. Los detalles que contiene la cinta son muchísimos, tantos que probablemente debamos revisitarlos -en pantalla grande por cierto- para poder admirarlos en un grado mayor. La cámara de Alfonso Cuarón observa, se mueve lentamente de un extremo a otro, en planos interiores medianos, pequeños, íntimos; en exteriores, el foco sigue siendo íntimo, sin embargo logra captar escenas complejas que, magistralmente logradas, dan cuenta de una amplitud pocas veces vista, con muchos personajes, en un coro perfectamente sincronizado y que no parece orquestado, sino que tiene la fluidez de una actuación de cámara llevada a una gran escena.

Desde el punto de vista técnico, “Roma” es una delicia. No sólo la cámara y la fotografía alcanzan un nivel de excelencia notables. También las actuaciones no dejan detalle al azar, calzando perfecto tanto en espléndidos planos secuencia como en pequeñas y significativas tomas. La música y la banda sonora son también excelentes. Desde la elección de lo que suena en la radio, el ruido cotidiano de la limpieza de la casa, el sonido de la calle con sus vendedores y servicios hasta una banda estudiantil, todo, absolutamente todo, está escogido con pinzas. Desde los créditos iniciales se prevé una factura de calidad y aquello se acrecienta durante todo el metraje.

Podría entrar en muchos más detalles, porque en la medida que escribo recuerdo y revivo sus momentos una y otra vez, pero es mejor que cada uno pueda iniciar su propio camino de descubrimiento de esta gran obra, porque eso es lo que uno espera de una película, que no seamos los mismos luego de vivir la experiencia. Y es que “Roma” nos hace sentir, nos emociona, nos angustia, nos remueve internamente en busca de nuestros propios recuerdos, nos impulsa, nos sacude, nos relaja y nos tensiona. “Roma” es una historia de amor y de desamor; de clases sociales; de machismo, abandono y sufrimiento; de resiliencia y de esperanza; de política y de profunda humanidad. Cine en estado puro, excelso, vital, comprometido. ARTE con mayúsculas, sencillamente magistral.

“Todos los caminos conducen a Roma” escuchamos desde niños... y es verdad, está en nuestro profundo interior, porque todos tenemos nuestra propia “Roma”.

Ficha técnica

Título original: Roma
Año: 2018
Duración: 135 minutos
País: México
Género: Drama | Años 70. Familia
Productora: Coproducción México-Estados Unidos; Participant Media / Esperanto Filmoj. Distribuida por NetflixGuion: Alfonso Cuarón
Fotografía: Alfonso Cuarón, Galo Olivares (B&W)
Reparto: Yalitza Aparicio, Marina de Tavira, Marco Graf, Diego Cortina Autrey, Carlos Peralta, Daniela Demesa, Nancy García García, Verónica García, Latin Lover, Enoc Leaño, Clementina Guadarrama, Andy Cortés, Fernando Grediaga, Jorge Antonio Guerrero
Dirección: Alfonso Cuarón

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