jueves, 13 de diciembre de 2018

Aire Santo - Por Juan Pablo Donoso

Tragicomedia que denuncia lo difícil que es sobrevivir hoy día en Israel sin alienarse.

El joven director, actor y guionista de 23 años Shady Srour – de origen egipcio – es asertivo, tiene sus ideas muy claras y sabe expresarlas con la cámara. Los personajes secundarios contribuyen de manera eficaz a entregar el mensaje.

Adán es un árabe cristiano que vive con su esposa en Nazaret. Ambos son una minoría en Tierra Santa y en el Medio Oriente. Su mujer, Lamia (Letitia Eido), bella y progresista, lo que más desea es tener una hijo. Los negocios de su marido son inestables, y él prefiere dilatar la paternidad.

Cuando se entera que Lamia está embarazada y se niega a abortar, Adán debe planear alguna forma de aumentar sus ingresos.

Aprovechando las hordas de turistas – de diversas religiones - ansiosos por consolidar su fe visitando los santos lugares, concibe una astuta artimaña. Los cristianos devotos compran agua bendita de Nazaret. Él les demuestra que sólo es agua potable de las cañerías. Entonces recuerda el milagroso incidente evangélico cuando la turba quiso, sin éxito, precipitar a Jesús desde un monte cercano.

Decide juntar frasquitos vacíos de la fábrica de un tío, escalar hasta la cumbre de esa colina, poner los recipientes al viento y volverlos a tapar. Descender y vender a muy bajo precio las botellitas con el aire santo de la montaña bíblica.

Una idea próspera, pero muy conflictiva. Fue víctima del ataque de otros comerciantes sagrados y de la extorsión de ávidos mafiosos.

Esta es la veta central del relato. En paralelo avanzaba el embarazo de su mujer, que ignoraba del nuevo negocio de su marido, y la quimioterapia de su anciano padre.

Todo parecía aprisionar al hombre en un cuello de botella.

El filme comienza con él atrapado en un taco de tránsito y termina de la misma manera con un final abierto.

Mediante tomas largas, muy bien compuestas, Srour consigue que los demás personajes contribuyan, sensible y naturalmente, a tejer este cuadro de denuncia donde predomina el caos cultural y seudo religioso.

¿Cómo rescatar la fe en medio de tales disparates sociales y bélicos? ¿Para qué traer hijos a un mundo como este? Las únicas respuestas la dan el instinto maternal y el testimonio de solidaridad familiar en diferentes edades.

Bien ambientada y descriptiva del actual Nazaret.

Muchas películas israelitas del último tiempo propugnan la integración de cristianos, árabes y judíos. Y resulta pintoresco que tanto en ésta, como en la exitosa serie FAUDA y en MIS HIJOS (2014) actúe Letitia Eido, talentosa actriz hija de francés y libanesa, que vino estos días a inaugurar el Festival de Cine Israelí en Chile.

SIMPÁTICA Y A LA VEZ PUNZANTE DENUNCIA DE UNA SOCIEDAD DESQUICIADA CULTURAL Y ESPIRITUALMENTE.

Ficha técnica

Título Original: Holy Air אוויר סנטו 
Tragicomedia Festival de Cine Israelí en Chile Israel – 1,21 hrs. 
Fotografía: Daniel Miller 
Edición: Naaman Bishara 
Música: Habib Shadah 
Diseño Prod.: Bashar Hassuneh, Miguel Markin 
Actores: Shady Srour, Laëtitia Eïdo, Samuel Calderon 
Guionista y Director: Shady Srour

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