domingo, 18 de diciembre de 2011

Misterios de Lisboa - Primera parte

Calificación: Todo espectador +7
Duración: 120 minutos
Genero: Drama
Año: 2010
Pais: Portugal
Director: Raúl Ruiz
Elenco: Maria Joâo Bastos, Adriano Luz, Albano Jerónimo, Alfonso Pimentel, Ricardo Pereira, Clotilde Hesme
Musia Rosa @SignisCineChile



Raúl Ruiz nació en Puerto Montt y murió en París, el pasado agosto a los 70 años, decía que vivía en su país Chile, pero que pasaba once meses al año viajando por Europa. Recibió el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales de Chile y el Oso de Plata en el Festival de Berlín, entre muchas otras distinciones, como la dedicación de un número completo de la revista “Cahiers du Cinema” de Francia, por su gran talento y trayectoria que comprende más de 200 obras cinematográficas.




El cine de Ruiz es aclamado por la crítica, pero en general, es considerado un cine para una elite especializada e intelectual, porque su escritura fílmica es difícil, un tanto hermética y laberíntica, con claves para explorar dentro de las imágenes, para no sólo maravillarse con lo visual, sino gozar con el sentido o el sinsentido de los recuerdos y los sueños.





Misterios de Lisboa , basada en la novela del escritor portugués Camilo Castelo Branco, narra la historia de Ángela de Lima (Maria Joào Bastos)  hija segunda del marqués de Montezelos (Rui Morrison), quien, por esta condición secundona , es obligada a casarse con el conde de Santa Bárbara  (Albano Jerónimo) para no vivir en la pobreza el resto de su vida. Ella está enamorada de un joven, también hijo segundo de un noble, por tanto el futuro de la pareja se ha cerrado y sólo queda el fruto de este romance, Joâo, un pequeño que no conoce a sus progenitores y queda a cargo del padre Dinis (Adriano Luz). La historia continúa con más personajes, nuevas vicisitudes de la condesa y las ansias del niño de conocer su historia y a sus padres.

Pareciera que previendo el pronto final de su existencia, Ruiz decidió bajar de las alturas psicoanalíticas y de las formas surrealistas de gran parte de su filmografía, para realizar una especie de testamento fílmico en Misterios de Lisboa, con toda su belleza visual, su refinamiento escénico y su sutil forma de narrar, para llegar a las multitudes que aún no lo conocen ni lo aprecian en su merecido talento. Es un regalo para muchos chilenos que tal vez sólo lo recuerdan  por Tres Tristes Tigres y Palomita Blanca.




Raúl Ruiz, refiriéndose a su película dijo: “la vida es un folletín” y nosotros diríamos sí…y que su película es un melodrama, llevado a su máxima expresión y narrado cinematográficamente con espléndidas imágenes y una cámara que se mueve en forma sutil y majestuosa, marcando el ritmo con los espacios y los tiempos, la música y los silencios, para provocar la armonía perfecta y seductora hasta el fin.

Las excelentes actuaciones, hacen creíble esta historia de maldad, arrepentimiento y perdón, mientras esperamos ver la segunda parte que se ha anunciado ya, donde creemos se confirmará la fe en el ser humano, en la justicia y la posibilidad de redención.

Misterios de Lisboa, galardonada con la “Concha de Plata” en el Festival de Cine de San Sebastián, merece estar en salas, más allá de las especializadas donde se está exhibiendo, sino también en aquellas donde va un gran público transversal, para que tenga  la oportunidad de conocer, apreciar y de extasiarse con este filme de un chileno reconocido en el mundo entero como un artista excepcional.

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