La Pontificia Universidad Católica de Chile realizó su 37 Festival CINE UC en los meses de enero y febrero del presente año y solicitó a SIGNIS CHILE conformar un jurado para premiar la mejor película chilena del año 2012, de entre las 10 películas seleccionadas por el comité organizador del festival.
El Jurado, integrado por Alejandro Caro, Musia Rosa, Juan Pablo Donoso, Viviana Salazar y Benedicto Catalán, decidió entregar el premio SIGNIS a la película “El AÑO DEL TIGRE”, del director chileno Sebastián Lelio, por considerarla un “drama íntimo, muy bien realizado en imágenes, con un virtuoso tratamiento de cámara en mano y estupendas actuaciones, mostrando la precariedad de la vida humana frente a un cataclismo, lo que obliga a valorar la familia y reflexionar sobre el sentido de la existencia”.
Comentarios sobre la película
Musia Rosa
Sebastián Lelio, cineasta de la nueva horneada de directores chilenos, que están dando que hablar en festivales extranjeros, con renovadas temáticas y excelentes facturas fílmicas (La Sagrada familia, Navidad), arma una interesante historia en el desolado y aterrador escenario que dejó el terremoto y tsunami del 27 de Febrero de 2010 en nuestro país. Para ello sigue cámara en mano a un reo que, aprovechando la insólita situación, escapa de la cárcel y huye en busca de su hogar y su familia.
Solo encuentra desolación y muerte, lo que golpea fuerte su mente y corazón, conduciéndolo sin rumbo hacia un incierto futuro.
En el trayecto, sobre las ruinas que han quedado de la tragedia, da sepultura a su madre, libera un tigre de su jaula, conoce a un viejo asolado por el desastre, con quien intercambia algunas violentas acciones y pensamientos, hasta llegar al lugar donde el mismo, con impotencia y desesperación, provoca el cierre del círculo que definirá su vida.
Las grandes actuaciones de Luis Dubo y Sergio Hernández dan plena consistencia a este relato fílmico, donde el diálogo es mínimo, porque las imágenes lo dicen todo, con potente expresión y simbolismo.
Excelente puesta en imágenes sobre la precariedad de la vida humana frente a un cataclismo, lo que obliga a valorar lo que se ha perdido y replantearse el sentido de la propia existencia.
Juan Pablo Donoso
La historia sucede en la costa asolada por el terremoto y el tsunami de febrero del 2010.
Aprovechando el pánico producido por el terremoto, un prisionero escapa de la cárcel y camina toda la noche hasta llegar a su casa, a la orilla del mar, para enterarse del destino que corrieron su esposa y su pequeña hija.
El hogar fue totalmente arrasado por le marea y su familia desapareció.
El hombre se dirige hacia la casa de su madre, para encontrarla fallecida bajo los escombros.
Después de sepultarla en el bosque comienza a vagar por la zona enteramente destruida.
Se sorprende al hallar, entre los restos de un circo, a un tigre moribundo encerrado en una jaula. Lo libera sintiendo que ambos de alguna manera son prisioneros.
Más adelante es recibido por un campesino maduro, solitario, damnificado también, que le da comida y asilo.
Pero la turbulencia mental y emocional del prisionero, luego de una borrachera con su anfitrión lo desquicia dando al argumento un giro inesperado y de irracional violencia.
Las actuaciones de Luis Dubó como el prisionero errante y Sergio Hernández como el anciano solitario son extraordinariamente logradas y sugerentes.
El tratamiento visual de la cinta es muy íntimo, de cámara en mano, acompañando al fugitivo en sus vicisitudes.
El sentido del argumento es claramente simbólico: hay una simbiosis poética que amalgama el título de la cinta, EL AÑO DEL TIGRE, con el tigre verdadero que libera el prófugo, y de cómo él mismo se identifica con el animal, tanto en su fiereza como en la fatalidad de su destino, en medio de una zona igualmente destruida por la implacabilidad telúrica.
Es de esperar que el público masivo capte el sentido metafórico que los autores quisieron transmitir.
Ficha técnica
País: Chile
Director: Sebastián Lelio
Elenco: Luis Dubo, Sergio Hernández, Viviana Herrera
Género: Drama
Duración: 82 minutos
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