jueves, 27 de agosto de 2020

Whisky - Por Carlos Correa

Disponible en Netflix.


La cámara nos muestra el interior de un auto. Está oscuro. El conductor avanza por calles en penumbra. Amanece. Desayuna en una cafetería de barrio. Jacobo -Andrés Pazos- sigue siempre los mismos pasos. A continuación se dirige a su fábrica de calcetines. En la puerta está Marta -Mirella Pascual-, operaria de confianza, supervisora, siempre puntual. Espera la apertura. Se levanta la cortina de acero, ingresan. Jacobo enciende las máquinas, Marta prepara una bebida caliente. El día comienza siempre de la misma manera. Los mismos hábitos, la misma forma, la misma vida, la misma rutina, día a día, semana a semana.

Se cumple casi un año de la muerte de su madre. Para Jacobo es importante. Se comunica con su hermano que vive hace años en Brasil e inesperadamente, Herman -Jorge Bolani-, anuncia que le visitará. Algo que podríamos ver como tan natural produce un quiebre para Jacobo. Tanto es así que le pide ayuda a Marta para que se quede con él, en su casa, mientras hospeda a su hermano.

Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll dirigen esta película y también son responsables del guion junto a Gonzalo Delgado. Hay un minimalismo expreso, secuencias marcadas, una rutina asfixiante. Son pocos los momentos de apertura antes de la llegada de Herman. La relación de Jacobo con Marta es estrictamente laboral, con incómodos silencios, solo un par de cruces de palabras y monosílabos.

La magia de esta cinta radica en su fino seguimiento de las acciones de los protagonistas. Primero, Marta y Jacobo, en diferentes situaciones, separados y juntos, en su cotidiano día a día. Después, ambos mientras se preparan para recibir a la visita. Luego se suma Herman. Tres personas, tres personalidades, tres vidas que confluyen en un mismo espacio de tiempo. Desde ese momento, nada es esperable, ya no hay rutina, la incertidumbre avanza.

“Whisky” es una película extraña, casi una rareza. Sorprende por su punto de vista. Abre la ventana a la intimidad de sus protagonistas. Muestra su soledad, sus temores, su vulnerabilidad. También sus sueños y sus reacciones cuando aquello que acostumbran, varía. Algunos toques de humor nos alertan. Estamos inmersos en una seriedad y monotonía abismante y en segundos una acción -o también una omisión- nos saca una carcajada. Contradictorio y especial; tensión y reposo; luz y sombra.

La cinta, así como el licor, es áspera. Tal vez, incluso, no sea del gusto de todos. Posee una serenidad inquietante y más que nada, preguntas. Es un cine que se completa con nosotros, con nuestra experiencia y aun más, con nuestro estado de ánimo. Un cine diligente e inteligente, con detalles y atmósferas especiales. Un cine para degustar en dosis justas. “Whisky”, tal como un buen “Scotch”, deja su gusto para saborear y disfrutar.

Ficha técnica

Título original: Whisky
Año: 2004
Duración: 105 minutos
País: Uruguay
Productora: Coproducción Uruguay-Alemania-España;
Género: Comedia. Drama | Comedia dramática
Guion: Juan Pablo Rebella, Pablo Stoll, Gonzalo Delgado
Música: Pequeña Orquesta Reincidentes
Fotografía: Barbara Alvarez
Reparto: Andrés Pazos, Mirella Pascual, Jorge Bolani, Ana Katz, Daniel Hendler, Adrián Biniez, Leonor Svarcas, Romina Peluffo
Dirección: Juan Pablo Rebella, Pablo Stoll

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