Fueron cuatro años de horror. Cuatro años donde se llevó a cabo un brutal genocidio en Camboya. Cuatro años en los que gobernó el “Jemer Rojo”, un régimen que, basado en la utopía marxista, solo sembró violencia, muerte y destrucción. La historia es impactante y habla de cerca de 1,7 millones de personas ejecutadas por una implacable dictadura militar que no dudó en pisotear la dignidad y la vida para intentar alcanzar un difuso ideal.
La actriz y directora estadounidense Angelina Jolie -quien también tiene nacionalidad de Camboya y dos hijos adoptados en dicho país- se hace cargo de esta tragedia humanitaria a partir de las memorias de Loung Ung, una activista que sobrevivió a esos años de desolación y exterminio. Coproducida por el director camboyano nominado al, Oscar Ritthy Panh, “Primero mataron a mi padre” -estrenada el pasado 15 de Septiembre en Netflix- cuenta su historia a través de los ojos de una niña de cinco años, desde la sorpresa de la evacuación masiva de su familia desde una vida cómoda y normal en Phnom Penh a la persistente y tenaz lucha por sobrevivir en despoblado durante esos años en los que murió cerca de un cuarto de la población a causa de masivas ejecuciones, trabajos forzados y una gran hambruna.
Jolie no se centra en la violenta guerra sino por el contrario, en la humanidad familiar. Su foco es narrar los esfuerzos sobrehumanos que esta numerosa familia realiza para poder estar juntos, sobrevivir y aferrarse a cualquier esperanza en un momento donde todo parece acabar en forma violenta y sin razón. Extensas tomas de grandes cultivos, amplios parajes verdes y una fotografía que encuadra planos generales que resultan sobrecogedores, se superponen al retrato cercano del sufrimiento que muestran esos rostros inocentes y temerosos que claman por una explicación de lo que ocurre y buscan la luz en el gris horizonte de una situación que no tiene justificación alguna.
La cinta, hablada mayormente en jemer y filmada íntegramente en territorio camboyano entre noviembre de 2015 y febrero de 2016, realiza un relato lineal de los sucesos entregando una perspectiva que se transforma en un homenaje a los sobrevivientes y a la vez una memoria histórica de lo acontecido. Con muy pocos diálogos, Jolie fija la imagen, los gestos y los detalles como prioridad para relatar la crudeza del régimen contra su propio pueblo. Las imágenes son conmovedoras. Poseen profundidad y calma, sin embargo transmiten una tensión que se acrecienta con el correr del metraje. Los contrastes de colores y los diferentes planos acentúan las diferencias y denotan de manera clara la compleja división que se vive, segundo a segundo, minuto a minuto, luz y sombra, amigos o enemigos.
Desprenderse de todo, porque somos todos iguales, es una de las frases que se repiten más durante el metraje. Claramente es una falacia. Algunos, los menos, portan armas, dan instrucciones y deciden. Son quienes tienen todo el poder, incluso sobre la vida de las personas. Otros, los más, desarmados e indefensos, entregados a su suerte en una lucha extrema por sobrevivir donde parten con una desventaja inmensa. ¡Qué manera de dividir una nación y qué manera de hacer daño a sus habitantes! ¿Habrá algo que explique tanta deshumanización? Probablemente no encontremos nunca una explicación razonable y por ello el arte, en este caso la literatura y el cine, se hace cargo de hacernos ver estas realidades para que podamos tomar conciencia e intentar por todos los medios a nuestro alcance que hechos como estos ojalá no se repitan jamás.
Ficha técnica
Título original: First They Killed My Father
Año: 2017
Duración: 136 minutos
País: Camboya
Guión: Loung Ung, Angelina Jolie
Música: Marco Beltrami
Fotografía: Anthony Dod Mantle
Actores: Sareum Srey Moch, Phoeung Kompheak, Sveng Socheata, Tharoth Sam
Productora: Coproducción Camboya-Estados Unidos; Netflix / Bophana Production
Género: Drama | Biográfico. Años 70. Basado en hechos reales
Directora: Angelina Jolie
La misión global de SIGNIS es colaborar con profesionales de los medios de comunicación y ayudar a transformar la cultura a través de valores artísticos, promoviendo la dignidad humana, la justicia y la reconciliación. La directiva en Chile está formada por Juan Pablo Donoso, Presidente, Elizabeth Salazar T., Vicepresidenta, y Jackie P. Olivo, Secretaria. Son miembros, Bernardita Santander Navarro, Pablo Crocquevielle, José Luis Nicolás, Alejandro Caro Contreras y Carlos Correa Acuña.
viernes, 22 de septiembre de 2017
Primero mataron a mi padre - Por Carlos Correa
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario