En las imágenes de la llegada se muestra un recorrido por diferentes momentos, tanto con los controles policiales como de acogida por las organizaciones locales, así como su desplazamiento hacia la ciudad de Iquique, con las dificultades que se generan al ocupar espacios de la comunidad.
Aunque se presenta como un documental, este trabajo tiene un formato de reportaje, ya que realiza entrevistas a migrantes y personas que prestan ayuda, como una asistencia básica a su llegada.
Tal vez técnicamente le faltó construir un guion más ajustado que permitiera ilustrar una historia con la fuerza dada por los testimonios, pero esto no logra desarrollarse bien. Por momentos, se pierde en un pegado de imágenes que no ayudan al sentido de lo que se quiere presentar.
La debilidad del guion genera otro problema. Se pierde el objetivo y cae en una liviandad que lo vuelve irrelevante. Este tema y situación requiere un nivel mayor de atención a los detalles, especialmente dado quien lo produce, ya que en este caso estamos hablando de personas que están sufriendo y no solo eso, se encuentran en una situación dramática y es aquí donde se debe tener especial cuidado ético. Puede que hace diez años atrás no fuera así, pero hoy el mundo cambió y pide mayores exigencias en la forma y fondo de cómo se cuentan historias.
Por lo tanto me pregunto: ¿hasta qué punto lo presentado busca ser funcional para quien lo emite, me refiero en otras palabras, se apropia del dolor y sufrimiento de los otros, para otro fin o para su causa, transformándose en el mero marketing?
Después de ver el documental y la ceremonia de presentación, se refuerza la idea anterior al subir a una pareja de migrantes al escenario y que aparecen en la historia. Requiere mayor reflexión y análisis de lo que se hace para no encontrase en un dilema ético frente a la situación de la dignidad humana de los migrantes, por muy buena intención que se tenga.
Por último, lo que falta remarcar aquí es una voz profética que anuncia y denuncia y que clama justicia en el desierto de Chile.
Ficha técnica
Año: 2022
Duración: 36 minutos
Producción ejecutiva, guion y entrevistas: Christian Amaya, Natalia Castro
Dirección Audiovisual y fotografía: Juan Pablo Olivares
Productora: Arzobispado de Santiago. Vicaria Pastoral Social. Caritas.
Género: Reportaje, migración
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