Stefan Kramer posee un talento increíble no cabe duda. A sus naturales dotes de imitador, suma una creatividad y eficacia que hacen admirable su trabajo. Y cuánto trabajo hay al realizar una película prácticamente actuada sólo por él mismo, interpretando a un sinnúmero de figuras públicas, políticas y de la farándula, y sosteniendo 100 minutos de metraje. ¡Mucho, sin duda! Kramer es un observador agudo de la realidad. Acentúa y en muchos casos exagera cada gesto, cada palabra y tono de voz de sus personajes, al punto de recrearlos con una singularidad que ya le es propia. Y esta vez, en su segunda cinta, Kramer sigue absolutamente fiel a su estilo.
Stefan Kramer -él mismo, la persona real, el ya famoso imitador- ha cumplido un ciclo con su espectáculo y siente que deber renovarse, encontrar un nuevo show para reencantarse y reencantar a su público. Busca ideas sin dar con un camino claro, hasta que una conmovedora visita de Iván Fuentes -una de las caracterizaciones de las más logradas- le hace ver que la política podría ser la fórmula a explorar. Junto a sus fieles colaboradores -Arturo y el "negro"- Kramer emprende el desarrollo de un nuevo montaje ("Gobernar es un show), donde aprovecha la campaña presidencial para promoverlo, llegando a confundir a tal grado los papeles que termina convirtiéndose en un candidato ciudadano, aclamado por las multitudes y odiado por toda la clase política del país.
La cinta transcurre lentamente entre la suma de imitaciones y las apariciones de personajes reales que participan como ellos mismos en la historia. Kramer se apoya en su familia y en su esposa -Paloma Soto en la cinta y en la vida real- para dar vida a un guión, que aunque más elaborado que el de su predecesora, naufraga dada su evidente debilidad, una fragilidad que, al no tener un hilo conductor claro, carece de los elementos básicos que permiten contar una buena historia. Nuevamente nos vemos en presencia de una suma de muy buenos momentos de humor -algunos realmente jocosos-, cuadros y escenas que se juntan para armar un show televisivo más que una película propiamente tal.
No obstante lo descrito, "El Ciudadano Kramer”, a diferencia de “Kramer vs Kramer”, intenta entregar un mensaje un poco más elaborado. O varios mensajes, tal vez, que podríamos clasificar de varias maneras según las propias lecturas. No estoy seguro si se trata de farandulizar la política, politizar la farándula o solo reírse de la contingencia, pero se acerca de alguna manera a esos conceptos y nos muestra algunos caminos carentes de sentido, donde la imagen y el éxito es lo importante y las verdaderas causas quedan abandonadas en el camino a la espera de tener una real oportunidad de expresión. Es sabido que gracias al humor podemos tomar el pulso de la realidad, y si hacemos esa lectura, me arriesgo a pensar que tenemos que tomar urgente conciencia de lo que estamos enfrentando como sociedad chilena en estos momentos, ad portas de un nuevo ciclo político, cultural y social.
Ficha técnica
Titulo Original: El Ciudadano Kramer
Distribuidor: FOX
Calificación: TE
Duración: 100
Género: Comedia - Humor
Año: 2013
País: CHILE
Elenco: Stefan Kramer, Paloma Soto, Carolina Paulsen
Director: Stefan Kramer/Javier Estévez
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