Tres personas solitarias por diversas razones, viven en el mismo edificio. Un edificio exclusivo, elegante, sus grandes departamentos son muy bonitos. Dos de nuestros protagonistas están viejos y sin trabajo, nadie los contrata. La tercera, una joven veinteañera está de paso, porque remodela el departamento 12E de su tía.
Charles es algo huraño, no conoce a nadie del edificio porque no le interesa, y nadie lo quiere porque es un poco pesadito. Es un actor que solo tuvo un éxito y se amarra a su recuerdo, vive en el 14 C; en cambio, Oliver es muy sociable, un director de Broadway que tuvo más fracasos que éxitos, y está incluso apartado de su familia. Vive en el 10D con su perrita Winnie.
Los tres tienen su propios problemas, miedos y frustraciones y aunque se han topado múltiples veces en el ascensor, con cierta indiferencia, sus vidas cambiarán estrepitosamente.
Estas tres almas tan diferentes tienen algo en común, escuchan el mismo podcast de crímenes, y eso un día los unió de casualidad, porque se les ocurrió la genialidad de ellos resolver un crimen que sucedió en el edificio. Un joven muere y se cierra de inmediato el caso porque, según los antecedentes, "a la vista" fue por suicido. Pero la mente de estos seudodetectives, y su agudo olfato, cree que fue asesinado y no descansarán hasta probarlo.
Así van narrando los hechos ocurridos en su podcast, sin cambiar nombres ni lugares. Lo que está mal, porque la persona que está implicada en este asesinato los comienza a amenazar. Y los vecinos por su puesto, a molestarse.
Una serie muy entretenida, donde cada capítulo es corto y preciso, lo que la hace adictiva para maratonearla. Sus protagonistas, ellos, dan la primera alerta de que esto no es tan serio, ya que se caracterizan por hacer comedias. Pero tampoco se toma todo a la chacota, porque dan la cuota justa de misterio, drama y humor negro muy bien dosificados.
La química en los tres es muy buena. La vida de Mabel es tranquila y triste, y ellos fueron el elixir para sentirse útil, viva, querida y perdonarse a sí misma. La verdad es que ellos encontraron lo mismo.
El guión está muy bien estructurado, con diversos diálogos que te hacen estar concentrado, y zas! Una bromita te quiebra el momento, pero que no entorpece la trama. Porque aún sigue siendo muy humana, no solo quieres saber más de la trama que juega muy bien la parte de misterio, sino que quieres saber más de sus personajes.
La serie lleva cuatro temporadas hasta el momento, y ha tenido en todas más de cien nominaciones en diversos festivales, ganando unos cuantos.
En esta primera temporada, que es respecto a este post, los actores secundarios son muy buenos, destacando mucho a Nathan Lane, quien siempre que interviene, entrega un excelente soporte a la trama. También destaco en esta temporada a Sting, sí el cantante, que actúa de sí mismo, y se presta para esta historia con mucha simpatía.
No puedo dejar de mencionar, además, que tiene una muy buena introducción animada, con música acorde, que nos muestra de forma simple la historia de sus residentes. Y la puesta en escena fue muy bien pensada.
Serie que habla no solo de crímenes sino de seres humanos, que en cada hogar existen historias, que las personas actúan de una forma, pero pueden esconder mucho dolor o maldad. De la amistad, esa nueva familia que vas creando a medida que creces, y resulta muchas veces ser tanto o más importante; que no hay que ser ajenos respecto de quienes nos rodean, por lo menos brindar un cordial saludo en cada encuentro con los vecinos. No nos cuesta nada ser amable con el otro, porque no sabes si alguno sea algún asesino serial...
Adictiva serie, y lista para continuar con las siguientes temporadas.
Disponible en Star+
Ficha técnica
Only Murders in the Building.
Protagonistas: Steve Martin, Martin Short, Selena Gómez, Aaron Domínguez, Amy Ryan
Compositor: Siddharta Khosla
10 capítulos. 30 minutos cada uno.
Año 2021.
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