La historia presenta a Darcy -Carolyn Bracken-, una “médium” ciega que aún se encuentra viviendo el duelo por la muerte de su hermana gemela, hace casi un año. Pero no está tranquila. El asesinato de Dani Odello-Timmis, interpretada por la misma actriz, está cubierto por un manto de dudas, muchas preguntas sin responder. Por otra parte, Ted Timmis -Gwilym Lee-, su cuñado, parece haber superado rápidamente el trauma, incluso ya tiene una nueva novia. ¿Cómo podría Darcy acercarse a la verdad de lo sucedido?
La trama es interesante, y parece bastante más clara de lo que realmente es. La apertura de la cinta ubica dos escenarios preestablecidos. Por un lado, la aislada casa del matrimonio, y por otro, el trabajo de Ted. La narración no es lineal, salta entre el pasado y el presente. Nos corresponde a nosotros unir los puntos y ubicar las piezas.
Escrita y dirigida por Damian McCarthy, esta película irlandesa no se aparta de los cánones tradicionales en cuanto a su estructura y a los elementos que desarrolla. Abundan los ruidos extraños, la oscuridad de la noche, las penumbras, y esas presencias que nunca sabemos bien de qué se tratan. El hilo conductor está en la “conexión” entre las hermanas, pero más aún, en la capacidad psicométrica que tiene Darcy para leer en cada objeto la historia que trae consigo.
La banda sonora es muy interesante. Gran parte de las escenas de tensión funcionan gracias a la música y sus efectos, como el trémolo en las cuerdas, o el aumento de volumen de acordes disonantes (clusters) bien definidos. Rápidamente se incorporan dos escenarios nuevos, paralelos, que completan el cuadro general. Por una parte la tienda de antigüedades de Darcy, y por otra, el hospital psiquiátrico donde se desempeña Ted. Si bien son lugares pasajeros, pronto logramos conectarlos, y por cierto, al mirarlos en perspectiva, resultan parte central de la trama
La relación de los personajes no es obvia, y eso se agradece. Tampoco lo son las pistas que se van dejando en el camino y que quedan a la espera de ser develadas en el transcurso de la historia. Todo está muy bien enlazado. No queda cabo suelto sin que tenga, posteriormente, una consecuencia o, al menos, una consciente mención.
Conocer los antecedentes, develar la verdad, y sugerir algunas hipótesis antes de entender lo sucedido, es parte del desafío que esta cinta nos propone. Aquello se logra, y bien, porque existen lazos que permiten a Darcy, literalmente ver los sucesos frente a sus ojos. Las presencias dejan de ser etéreas para hacerse reales, y no se abusa de lo sobrenatural o fantasmagórico para explicar los acontecimientos.
“Oddity” es, efectivamente, una sorpresa. Se siente fresca sin la necesidad de innovar demasiado, tal vez porque sus características están bien definidas y se desarrollan de forma adecuada. La película, en ese sentido, es bastante clásica, porque juega con nosotros, desvía nuestra atención, tensa los escenarios, y mantienen un tono inquietante durante sus 98 minutos de duración. Si quieren ver una película de terror bien hecha, esta es una buena apuesta. Dejen que se apague la luz y no se van a arrepentir, pero siempre tengan a mano una linterna en caso de querer escapar. Recuerden que en estos casos, nunca está de más conocer la salida de emergencia.
Ficha técnica
Título original: Oddity
Año: 2024
Duración: 98 minutos
País: Irlanda
Compañías: Keeper Pictures, Nowhere, Shudder
Género: Terror. Intriga | Familia
Guion: Damian McCarthy
Música: Richard G. Mitchell
Fotografía: Colm Hogan
Reparto: Gwilym Lee, Carolyn Bracken, Tadhg Murphy, Caroline Menton, Jonathan French, Steve Wall
Dirección: Damian McCarthy
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