viernes, 25 de octubre de 2024

Super/Man: La historia de Christopher Reeve - Por Carlos Correa Acuña

El 27 de mayo de 1995, el actor Christopher Reeve cayó de su caballo. Sufrió una lesión en la columna cervical que lo paralizó desde el cuello hacia abajo. El mundo entero presenciaba, desde ese momento, cómo el otrora “Superman”, ahora conectado a un respirador artificial, debía luchar por su vida. Si bien recuperó pronto la conciencia, su delicada situación y la dependencia de métodos artificiales de supervivencia por poco doblegan su voluntad. Solo el apoyo irrestricto de su familia y el amor inconmensurable de su esposa Dana, consiguieron que el milagro de la vida continuara en quien, años antes y paradójicamente, caracterizara con tanta fuerza y mística al mundialmente famoso “hombre de acero”.

Esta pieza documental dirigida por Ian Bonhôte, Peter Ettedgui resulta muy humana y emotiva, un homenaje a la nueva persona que emerge detrás del actor luego de su grave accidente. Uno de los aspectos positivos que más llama la atención es que el metraje resiste la tentación de quedarse pegado en el personaje de DC Comics. Y no es fácil, porque la figura de “Superman” es tan fuerte, que es imposible eludirla, incluso queriendo alejarse de esa marca para poder contar otra historia. Los minutos pasan y las imágenes corren vertiginosamente, como también los recuerdos que evoca en nosotros visualizar escenas icónicas de la primera entrega del personaje, la película del año 1978, la que a poco andar se transformó en éxito mundial.

El trabajo de Bonhôte y Ettedgui incluye muchos temas entre los que va saltando desordenadamente pero con precioso sentido de unidad. Vemos la familia más cercana, el entorno protegido, la industria cinematográfica, los primeros años del actor con sus sueños e ilusiones, su decisión de audicionar para el papel que lo lanzara al estrellato, y su alejamiento, producto de aquello, del teatro clásico, con el cuestionamiento consiguiente, especialmente de su padre y de sus pares. Cuando el éxito parece superar todas las adversidades, trabajos paralelos en otras películas no logran traspasar esa vara invisible con que se mide y se valora a los éxitos de taquilla. Reeve es “Superman”, “Superman” es Reeve; juntos ineludiblemente. Cuatro entregas de una franquicia que paulatinamente fue teniendo cada vez menos luz.

El accidente es un corte. Brusco, brutal, inesperado, fatal. Pero lo que viene es un renacer inesperado. El diagnóstico, producto del golpe, corresponde a una lesión severa de la médula espinal. La discapacidad es casi total. El confinamiento a una silla de ruedas y la dependencia de medios externos pasan a ser de urgencia vital. ¿Quién puede vivir así? Es fácil rendirse y no ver posible ningún futuro. Christopher Reeve se aferra a su familia y también a una causa que hace propia: visibilizar a personas con discapacidades similares a la suya, iniciando con ello, un largo y doloroso proceso de recuperación.

La película se centra en el círculo íntimo y cercano del actor. El héroe de la ficción ahora está en el suelo, derrumbado. ¿Cómo seguir adelante, avanzando? No es fácil, es casi una utopía, como la que representa su “alter ego”. Pero hay un impulso vital, algo que lo decide todo, lo cambia todo. ¿En qué momento sucede? Y ojo, acá el documental pone el tema de la eutanasia encima de la mesa, porque, aunque no de manera explícita, se enfrenta el debate de morir o vivir bajo circunstancias de dolor, sufrimiento y angustia extrema. Pero, qué gira la brújula? La respuesta es unívoca: el amor.

La nueva condición de Christopher Reeve le impone limitaciones y, por cierto, aquello involucra cuantiosos recursos económicos. Pero aunque los tenga, no es tan claro que una persona posea la fuerza y el coraje para reinventarse. En el caso de Reeve, la contradicción es aun más grande: de súper hombre a hombre vulnerable; de figura icónica a ser casi parte del inventario. Duro, crudo, complejo. ¿Quién podría culparle si se echa a morir? Es lo más cercano, lo normal, incluso lo esperable. Pero emerge la resiliencia, la capacidad de adaptarse, moldeada por el amor de una familia extendida que irradia energía, y que además ayuda a otras personas a través de la Fundación Christopher Reeve. La propia realización a través de la colaboración con otros resalta valores trascendentes y vitales, un ejemplo claro de verdadera solidaridad y empatía.

“Super/Man: The Christopher Reeve Story” está muy bien hecha. Resulta emocionante pues toca fibras íntimas de los espectadores. Es que presenciamos parte de la historia de cada uno de nosotros, imágenes que marcaron nuestra niñez y que nos hacen volver a vivir sensaciones. Esa cercanía que se produce, gracias a un testimonio honesto y dedicado, constituye una lección de vida. Conocer de primera fuente a Christopher Reeve a través de las voces de sus hijos Alexandra, Matthew y Will, junto a su primera esposa Gae Exton, su mejor amigo Robin Williams, y los actores Jeff Daniels, Susan Sarandon, Glenn Close, Whoopi Goldberg, más el político John Kerry, y la activista Brooke Ellison, entre otros, es un lujo. Son muchas las personas presentes en este trabajo, un documental que resulta imprescindible y que probablemente sea nominado a varios premios no solo por su indudable calidad técnica, sino que, además, por ser portador de esperanza y humanidad en un mundo cada vez más desolado.

Ficha técnica

Título Original: Super/Man: The Christopher Reeve Story
Año: 2024
Duración: 106 minutos
País: Estados Unidos
Compañías: Jenco Films, Misfits Entertainment, Passion Pictures, Words + Pictures
Género: Documental | Documental sobre cine. Biográfico. Discapacidad
Guion: Ian Bonhôte, Otto Burnham, Peter Ettedgui. Biografía sobre: Christopher Reeve
Música: Ilan Eshkeri
Reparto: Christopher Reeve, Alexandra Reeve Givens, Matthew Reeve, and Will Reeve
Dirección: Ian Bonhôte, Peter Ettedgui

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