martes, 10 de septiembre de 2024

Tipos de Gentileza - Por Carlos Correa Acuña

El cine de Yorgos Lanthimos es incómodo, qué duda cabe. Incómodo, porque algunas veces no sabemos qué quiere expresar el director; incómodo, porque a veces no entendemos lo que expresa este artista; o bien incómodo, porque no podemos discernir si estamos en presencia de una obra de arte, o sentimos que nos están, literalmente, tomando el pelo. Y es que el estilo de este director griego se ha transformado, con el correr del tiempo, en algo muy particular, aportando un sello característico que se aleja de las convenciones, y que se plasma en una cinematografía que tiene marca registrada.

Es justamente el caso de esta nueva película, filmada antes que la premiada “Pobres Criaturas”, pero que recién sale a la luz pública, una cinta que bajo un título engañoso, presenta tres historias diferentes, unidas por un poderoso cordón umbilical que les da unidad y sentido. La primera de ellas, "The Death of R.M.F.", sigue a Robert, un tipo atrapado en una vida laboral controlada a decir basta, en la que se destacan los abusos y la pérdida de autonomía en entornos corporativos. A continuación, “R.M.F. is Flying", trata sobre Daniel, un policía que, tras la desaparición de su esposa en un traumático accidente, tiene dudas sobre la identidad de la mujer que regresa, desencadenando una tensión psicológica sobre la identidad y la confianza. La última, “R.M.F. Eats a Sandwich", se inmiscuye en la búsqueda que realiza una misteriosa secta para encontrar a una mujer con la capacidad de resucitar a los muertos, un reflejo de la obsesión y el control que organizaciones como esta pueden ejercer.

¿Tres historias distintas? En apariencia sí, pero en realidad tienen mucho más en común de lo que podemos apreciar a simple vista. ¿Qué es, o quién es R.M.F.? Un personaje, una persona, una línea de unidad; un empleado, un piloto, un muerto. ¿Importa realmente? Tal vez no, pero es bueno descifrar o seguir la pista, porque no sabemos dónde nos podrá llevar. Y con esto vuelvo al título, que denominé como engañoso, porque no es el originalmente previsto. Comenzó siendo “R.M.F.”, que luego cambió a “And”, y decantó finalmente en “Kinds of Kindness”, sentencia que resultó ser más global, y a la vez ambigua respecto a sus antecesoras.

Gran parte de la responsabilidad en el resultado de este filme la tiene su elenco. Habituales en los trabajos de Lanthimos, Emma Stone y Willem Dafoe brillan con tres interpretaciones sólidas y convincentes. A ellos se suma un asombroso Jesse Plemons, haciendo gala de una versatilidad que no se le conocía, desplegando un abanico de recursos que ratifican lo buen actor que es. Y todo el elenco está a gran nivel, lo que habla de una dirección de actores especialmente cuidada, una mano que se nota y da frutos generosos. Ver al mismo actor o actriz haciendo, en una misma película -aunque, insisto, son tres historias diferentes-, tres roles diferentes, y con el nivel de excelencia mostrado, es un lujo. Solo por ello, merecen aplausos, por un cambio de registro al servicio del arte, dejando a un lado cualquier consideración particular, y sin presentar casi ninguna huella del rol precedente.

Desde lo técnico, la fotografía es espléndida. Los planos abiertos, cámara fija, donde todo transcurre dentro, se contraponen con unos inusuales primeros planos que llegan a molestar por lo intrusivos que son. Ejes polares, como blanco y negro, o luz y sombra, una oposición de contraste que resalta aun más la decisión provocativa del director. La música, firmada por Jerskin Fendrix, encaja a la perfección. Ese piano solo, con arpegios y acordes tipo “clúster”, surgen como llamados de atención cuando la imagen queda estática, o un personaje debe hacer un giro especial. Otros aspectos como la edición y el ritmo, por sí solos son un deleite, aunque algunas secuencias no digan nada -en apariencia-, o presenten un ritmo tan cansino que puedan aburrir a un espectador desorientado.

Yorgos Lanthimos explora patrones, rutinas, un engranaje envuelto en un halo de misterio que parece preguntar a cada minuto el por qué del estado de situación. La soledad, el abandono, la angustia, y el sentido de la vida, se suman a la reflexión más profunda que entrega finalmente la película, y que se refiere a la autonomía de las personas y el control de la dirección de la vida. La reflexión que propone Lanthimos es seria, y no comienza ni acaba con lo que vemos en pantalla por cerca de tres horas. No, lo que vemos es un punto de partida, no de llegada, lo mismo que ocurre con las otras películas del director. Por eso es un cine de autor, irreverente y provocador, un cine que obliga a realizar un ejercicio intelectual para poder subirse al carro y no quedarse mirando como un simple espectador, porque la invitación es más profunda y clara. Lanthimos quiere que seamos protagonistas, quiere que terminemos nosotros la reflexión, y además, en la apuesta más arriesgada, quiere que disfrutemos del viaje y de nuestras propias conclusiones. ¿Interesante? Muy interesante, un buen desafío con tarea para la casa. Bienvenidos los que se quieran sumar, no se verán defraudados.

Ficha técnica

Título original: Kinds of Kindness
Año: 2024
Duración: 165 minutos
País: Irlanda
Compañías: Coproducción Irlanda-Reino Unido-Estados Unidos; Element Pictures, Film4 Productions, Fox Searchlight. Distribuidora: Searchlight Pictures, Disney+
Género: Drama. Comedia | Comedia dramática. Comedia negra. Película de episodios
Guion: Efthymis Filippou, Yorgos Lanthimos
Música: Jerskin Fendrix
Fotografía: Robbie Ryan
Reparto: mma Stone, Jesse Plemons, Willem Dafoe, Margaret Qualley, Hong Chau, Joe Alwyn, Mamoudou Athie, Hunter Schafer
Dirección: Yorgos Lanthimos

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