Sinopsis: Tras la muerte de su padre y enterarse que perderá la casa en donde él y su familia han vacacionado por más de 25 años, Nancho junto a su familia buscarán la manera de sabotear la venta y lucharán por no perder el lugar el cual les pertenece, donde han formado recuerdos y momentos inolvidables. Pero el apego y la porfía de Nancho llevará a la familia a tomar decisiones drásticas.
Esta película del director Taiyo Yamazaki tiene buenas ideas. Producida por Cine UDD (Universidad del Desarrollo), la cinta quiere “retratar una dinámica familiar en verano”, en palabras del propio realizador, quien añade que ademas su trabajo posee momentos de verdad y evoca mucho a la nostalgia.
En general son cámaras fijas las que plasman cada escena. Dejar quieto un cuadro, con un enfoque fijo, permite que los personajes entren y salgan con naturalidad, creando dinámicas que parecen no ser intervenidas por ninguna producción. Asimismo, estos marcos estáticos logran crear la sensación de una ventana, a través de la que podemos observar escenas completas, casi como contemplando una obra de teatro. Como recurso, funciona muy bien, sin embargo su constante repetición y ausencia de sentido en muchas secuencias, debilitan el principal efecto que pretende conseguir.
Los problemas se presentan con mayor agudeza en el guion, debido a la presencia de lugares comunes que se suceden unos tras otros. Es cierto, se filma lo cotidiano, pero son necesarias, a mi modo de ver, razones más poderosas para filmar un asado, mirar las estrellas, observar un juego, o el sencillo traslado a la playa por la bajada de un camino rústico, para entregar valor al relato. Es un fiel reflejo de las dinámicas, sí, pero ¿qué tanto aporta ver a personas tomando alcohol en exceso, jugando en la playa, bañándose alegremente, descolgando la ropa, comiendo, o durmiendo después de una borrachera, si a aquello no se le nutre de una línea conductora que desencadene en algo más?
Un aspecto ausente en esta película es el referido a los nudos de conflicto. Digo ausente, porque no es que no existan, porque lo que representa el problema central se ve y se siente claro, sin embargo no progresa en la medida que el metraje avanza. Lo anterior provoca una cierta planicie narrativa, que se acrecienta con una débil construcción de personajes que no logran configurar personalidades que podamos recordar posteriormente. Hay excepciones, sí, como la tierna menor, pero no es suficiente. Si a lo anterior le sumamos que técnicamente el audio es deficiente al encontrarse muy desequilibrados los sonidos respecto a los diálogos, el cuadro resulta complejo para una película con una prometedora premisa inicial.
En síntesis, y para no ser demasiado duro o enfático, “Gracias por venir” se siente como un proyecto experimental, un Cine de sensaciones y momentos que intenta ser diferente con elementos que conocemos, propuesta que, lamentablemente, se queda a medio camino en su desarrollo. Como aspectos positivos, sin duda, quisiera mencionar la intención fílmica, la confección de escenas, y su “estilo retrato”, acciones que intentan no interferir las tomas con cámaras intrusivas sino, por el contrario, permitir un desarrollo amplio en todo sentido.
Taiyo Yamazaki da un primer paso con algunos tropiezos. Posiblemente con más experiencia y más recursos, el director pueda dar un salto importante, porque se percibe el concepto y el talento que hay detrás. Muchas veces, lo sabemos, no es fácil llevar aquello a la práctica por múltiples razones. Entonces, la consigna es seguir trabajando, pues sin lugar a dudas, el que la sigue, la consigue.
Ficha técnica
Título: “Gracias por venir”
Duración: 72 minutos
Género: Ficción, drama
País: Chile
Compañía productora: Cine UDD
Producción: Nicolás Heimrich Morales, Abbril Ayala
Guion: Taiyo Yamazaki, Cristóbal Acevedo
Dirección de fotografía: Piero Bravo
Dirección de arte: Pedro Roca
Montaje: Antonia Quiroz Bruce
Sonido: Cristóbal Acevedo
Elenco: Daniel Candia, Alejandra Yañez, Igor Cantillana, América Navarro, Roberto Villena, Daniela Fredes, Alejandro Trejo
Director: Taiyo Yamazaki
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viernes, 27 de septiembre de 2024
Gracias por Venir - Por Carlos Correa Acuña
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