Casi siempre son amenas las películas y programas de TV con juicios en las Cortes de Justicia. Las hay de muchos países y épocas.
Tienen suspenso porque se juega la defensa versus la acusación de algún delito.
Si bien aquí es lo mismo, la diferencia radica en la importancia política y sociológica de quienes son los defensores: un abogado negro y otro judío, en un ambiente social discriminatorio: comienzo de la década de los 40 en EE.UU.
El hecho fue verídico. Por ello su trascendencia histórica.
Thurgood Marshall era un brillante abogado afroamericano. La NAACP (Asociación Nacional en Pro de la Gente de Color) le encomendó tomar la defensa de un negro acusado de violar e intentar asesinar a una señora de la alta sociedad en Connecticut. Pero en ese Estado sólo podían litigar juristas de raza blanca. Y más aún si el acusado era negro.
La Corte nombró a Sam Friedman como abogado principal, permitiendo que Marshall sólo oficiara como consejero, sin derecho a voz en el juicio.
Asignaron al judío Friedman - famoso por su impericia - dando por sentado que perdería la causa complaciendo así a la opinión pública y a las autoridades.
La verdad fue que Marshall condujo la investigación y adiestró a Friedman sobre cómo propugnar el caso.
La historia corre por 3 rieles paralelos: 1) descubrir si el acusado es culpable o inocente, 2) luchar contra los prejuicios raciales hacia el jurista negro, y, 3) el repudio de la colectividad israelita por asociarse con un hombre de color.
El titánico proceso de luchar contra tamañas corrientes - y su triunfo final - constituyó un paso fundamental en favor de la Justicia y de los Derechos Humanos.
Cuando años más tarde, en 1967, Marshall se convirtió en el primer afroamericano en llegar a Juez de la Corte Suprema, Martin Luther King expresó: “Has demostrado ser un gigante en tu profesión, y tu carrera ha marcado una era importantísima de nuestros tiempos”.
Estupenda realización. Diálogos precisos desde el comienzo. Gran fluidez audiovisual. Destacamos la secuencia para la elección de los jurados.
El tempranamente fallecido actor Chadwick Boseman (Pantera Negra 2018) asume su rol imponiendo dignidad, aunque sin arrogancia. Y Josh Gad, como Sam Friedman, tiene la difícil tarea de encarnar a un personaje pusilánime al comienzo que va desarrollando confianza en sí mismo junto a la admiración por su amigo y maestro de color.
El veterano James Cronmwell nos deleita como el insoportable Juez Foster quien, al final, deberá doblegarse ante la Verdad y la Justicia. Excelente.
EXIMIA RECREACIÓN DE UN CASO JURÍDICO VERDADERO. VÍCTIMAS ADMIRABLES Y EJEMPLARES. MUY RECOMENDABLE.
Ficha técnica
Biografía, delito, drama
Biografía, delito, drama
Año: 2017
País: EE.UU. China, Hong Kong
Duración: 1,58 hrs.
Fotografía: Newton Thomas Sigel
Edición: Tom McArdle
Música: Marcus Miller
Diseño Prod.: Richard Hoover
Guionistas: Michael Koskoff, Jacob Koskoff
Actores: Chadwick Boseman, Josh Gad, Kate Hudson
Director: Reginald Hudlin
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