Sinopsis: Una mujer anhela encontrar su identidad a través de un personaje supervillana como bailarina, también es madre y vive en el sector Bajos de Mena o lo que llaman “el gueto más grande Chile”, en Puente Alto, Santiago.
Este documental trata la historia de Carolina Flores, una joven de 29 años, que vive con su pareja e hija de 6 años en uno de los Blocks marginales que se encuentran en Puente Alto. Ella es agresiva, vulgar, a pesar de ser guapa, su aspecto físico es algo descuidado, en especial para lo que ella anhela: ser la mejor stripper. Y este documental la ayudará mucho a avanzar a los sueños que ella anhela.
El documental está trabajado sin mucha prolijidad en las tomas, pero nos lleva a este mundo que todos sabemos existe, pero se ignora.
Vemos el hacinamiento de todos los que viven en el sector. Ella no, menos mal, son solo 3 en casa. No sufre de carencias materiales. Le gustan los animales, pero ella no es querida en el sector ya que les han matado a todos sus gatos y perros durante mucho tiempo. No sabe quién.
También la vemos con sus dos amigos: un neonazi que presume con un linchaco que no sabe usar y una liceana que la ayuda en sus proyectos. Los tres señalan que tienen “una productora”, que trabajan en ella para eventos. Al escucharlos me recordaron los negocios que hacían “Los Hueseros” del programa de Chincol a Jote (ver videos en YouTube).
Carolina sale a protestas feministas donde no tiene empacho en gritar, por alta voces, contra los hombres, y que debemos cuidarnos como mujeres para no ser maltratadas por ellos. Pero no tiene ningún reparo en insultar a garabatos por nada a su pareja en casa, delante de su pequeña hija. Es amiga de años de un neonazi, y se exhibe como bailarina semi desnuda como objeto. Algo contradictorio con las marchas que con orgullo hace. Y muchas mujeres caen en esas contradicciones.
Ella además cree hablar con los muertos, la contratan para eso (tal vez también parte de la “productora) o a lo mejor es un servicio gratuito. Pero esa cercanía con la muerte es porque perdió a un hijo cuando era pequeño. Un tema que no se ahonda mucho.
Se le ve también como toma clases en un estudio donde varias chicas ensayan en el caño, todas quieren ser estriptiseras y participan en concursos. Ella usa el nombre artístico de “HARLEY QUEEN”. A pesar de no tener un cuerpo agraciado, se valora mucho el empoderamiento sobre su cuerpo y forma de ser. Ella se siente atractiva y lo proyecta, algo que es muy valorable.
Seguimos su trayectoria día a día, de cómo quiere ser bailarina, de cómo tener una vida mejor. Y al parecer lo logra, en poco tiempo y sin saber cómo, se casa con lo que se ve alguien de mejor situación económica: tiene auto y vive en casa. Pero del mismo entorno violento en el que ella siempre vivió.
Risas y violencias en segundos de diferencias. Es su vida, así se crió, así vivió y no cambiará. Lamentablemente su hija seguirá la misma vía.
¿El estado debe hacerse cargo de la educación que le dan los padres a sus hijos en casa? No. Pero sí de darle la educación y vivienda digna para vivir en sociedad.
Hubo momentos en que me aburrió el documental, su forma poco atractiva de mostrarnos la realidad de un grupo de personas, no fue hecho de la mejor forma. Hemos visto muchas películas y documentales fuertes, crudos, y que nuestros ojos no sacan la vista en la pantalla. Este no es el caso.
Interesante sí. Imprescindible, no.
Disponible en www.redsalas.cl por su canal VOD y www.centroartealameda.tv
Ficha técnica
Año: 2019
Digital / Color
Largometraje documental
Duración: 100 minutos
Dirección y guion: Carolina Adriazola y José Luis Sepúlveda
Casa productora: Mitómana producciones
Dirección de fotografía: Ronnie Fuentes
Largometraje documental
Duración: 100 minutos
Dirección y guion: Carolina Adriazola y José Luis Sepúlveda
Casa productora: Mitómana producciones
Dirección de fotografía: Ronnie Fuentes
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