martes, 29 de diciembre de 2020

Fierce - Por Carlos Correa

Disponible en Netflix. 


El programa de televisión "Music Race”, causa furor gracias a la cobertura y éxito entre su audiencia. El jurado está compuesto por tres personalidades de la farándula; un popular excantante llamado Olo -Adrian Majewski-, una “influencer” de redes sociales, Ewa Dykty -Julia Kaminska- y Urszula Dudziak, quien se interpreta a sí misma. Para encontrar nuevos talentos, organizan un casting en el pueblo natal de Olo, donde vive Marta -Katarzyna Sawczuk-, una joven adolescente que, aparte de cantar muy bien, se rebela producto de su lazo filial con el principal jurado y decide ingresar hasta las entrañas del popular programa.

Esta cinta polaca dirigida por Anna Wieczur-Bluszcz tiene como premisa una referencia equívoca. Señala en su breve reseña que “una joven cantante causa sensación con su actuación en un popular concurso de talentos, pero su verdadera intención es ganarse el cariño de su padre, miembro del jurado”. Al leer esto, nos hacemos una idea sobre la trama y esperamos que se desarrolle según esta directriz, sin embargo, la sentencia no es correcta. ¿Por qué? Veamos.

Si bien es cierto que desde un comienzo sabemos que “Ostra” -así apodan a Marta- es hija de Olo, quien abandonó a su madre antes que ella naciera, no tenemos referencias mayores al respecto. Parece algo olvidado en la familia, aunque el resentimiento persiste y la herida aun está sin cicatrizar. Lo que reabre el asunto es la presencia de Olo en el pueblo y principalmente su arrogancia e indiferencia. Debido a ello, el desafío que Marta se impone es demostrarle a su padre que ella puede conquistar su espacio, perseguir su sueño, es decir, no busca ganarse su cariño. Al contrario, su rebeldía la enfrenta con Olo, porque literalmente no quiere saber nada de quien no pensó jamás en ella y la abandonó sin siquiera conocerla.

La temática de esta película es interesante. Si bien la historia no es original y la hemos visto desarrollada en muchas oportunidades, el formato en que se presenta entrega una nueva oportunidad. En ese sentido, el interés que despierta es genuino aunque su desarrollo nos confunda en el camino.

El guion gasta mucho tiempo, digamos dos tercios, en la presentación de situaciones y en el desarrollo de hechos que se sostienen en el conflicto principal, es decir, lo que le sucede a esta hija frente a esta distante y arrogante figura paterna. Es cierto, no es poco, pero no explora mucho más allá. El personaje de Olo carece de profundidad y emoción. Marta y su madre, tampoco aportan mayores cuotas de tensión. Solo la abuela de Marta parece tener algo para descubrir pero se queda a medio camino. Por otro lado, los otros dos jurados, la mediática Ewa, pareja de Olo, junto a la entusiasta Urszula, participan efusivamente del show pero no tienen gran incidencia en la trama.

El punto de inflexión llega tarde. El conflicto se desata cuando queda un tercio de metraje. Tarde, porque en muy poco tiempo comienza a suceder todo, algo así como “corramos que se nos acaba el tiempo”. Frenéticamente, el guion debe ir cerrando todo lo que previamente abrió y no queda demasiado espacio para hacerlo con “calma y buena letra”. Se siente forzado este tercio final, como una decisión arriesgada, porque no calza la premura del relato con el espacio necesario para que elabore una buena conclusión.

Existen en esta cinta otras temáticas importantes que también quedan al debe. Por ejemplo la fama temprana, la sobre exposición, el aprovechamiento de la imagen, la conveniencia mientras gane puntos gracias al éxito de otro, lo desechable cuando se cae en desgracia, la discriminación, la amistad por conveniencia, etc… También, no deja de llamar la atención la referencia al pueblo como “basural”. Es un lugar pequeño, es cierto, pero con un entorno precioso y una aparente vida tranquila y normal. Tal vez es exagerado, claro, porque es posible que en un pueblo así no existan las oportunidades que hay en una capital o en una ciudad de mayor envergadura, pero ¿llamarlo “basural”…?

“Jak zostac gwiazda” -cómo convertirse en una estrella-, se deja ver a pesar de sus baches narrativos. Quedémonos con las temáticas más que con su desarrollo, con las transformaciones de sus protagonistas más que con sus actuaciones, con la crítica a la farándula más que con su despliegue escénico. En síntesis, rescatemos lo invisible de un relato que pudo ser mejor aprovechado y que se quedó en el intento.

Ficha técnica

Título original: Jak zostac gwiazda
Año: 2020
Duración: 118 minutos
País: Polonia
Productora: ATM Grupa S.A, Polski Instytut Sztuki Filmowej
Género: Comedia | Música. Familia
Guion: Piotr Jasek, Julia Kaminska, Wojciech Nerkowski
Música: Sarsa Markiewicz
Fotografía: Witold Plociennik
Reparto: Julia Kaminska, Tomasz Karolak, Adrian Majewski, Maria Pakulnis, Michal Piprowski, Katarzyna Sawczuk, Wojciech Solarz, Anita Sokolowska, Barbara Wypych, Maciej Zakoscielny, Mariusz Bindula, Sonia Bohosiewicz, Aleksandra Boron, Mateusz Burdach, Michal Buszmicz, Mikolaj Cieslak, Robby Cyron, Malwina Dubowska, Gloria Faron, Jakub Gasowski, Remigiusz Jankowski, Kacper Lech
Dirección: Anna Wieczur-Bluszcz

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