miércoles, 11 de noviembre de 2020

Malasaña 32 - Por Carlos Correa

Disponible en Cinemark. 


Una familia se muda a Madrid, a un departamento soñado en la calle Malasaña, corazón de un barrio histórico de gran belleza arquitectónica. Ellos son seis, Manolo y Candela, sus hijos, Amparo, Pepe y Rafita, más el abuelo Fermín. Corre el año 1976, la transición española está en curso; buscan un mejor vivir al dejar el campo y emigrar a la ciudad.

El asunto es que el departamento está tal cual fue dejado por quien vivía allí y los miembros de la familia comienzan a experimentar situaciones extrañas, hechos que no tienen explicación y que van configurando un escenario lúgubre e inquietante.

Los padres, Manolo -Iván Marcos- y Candela -Beatriz Segura- tienen nuevos trabajos, él en una fábrica y ella como vendedora en una tienda. Deben hacer un gran esfuerzo, está recién llegados a la capital, por lo que sus hijos quedan solos en casa junto a su abuelo. Rafita -Iván Renedo-, el menor, ve como la televisión se enciende y quien aparece allí le propone un diálogo. Pepe -Sergio Castellanos- recibe un papel escrito a mano que dice “os estaba esperando”, firmado por Clara, una silueta de mujer que se atisba en una ventana interior. Por su parte, Amparo -Begoña Vargas-, se enfrenta a misteriosos bloqueos de puertas y a una inesperada generación espontánea de fuego en la cocina mientras el abuelo Fermín -José Luis de Madariaga-, se ve abstraído.

La composición del relato es correcta. La secuencia de situaciones paranormales no abusa de los efectos especiales ni de los tan manidos “golpes” que suelen inundar el género. El hecho que sea lineal, es decir, que vaya afectando a los protagonistas de uno en uno, produce que el clímax de tensión llegue sobre la medianía del metraje. En ese momento, cuando ya sabemos que en el departamento existe una presencia desconocida, la cinta comienza a preparar el remate con la incorporación de dos nuevos personajes.

El guion, escrito por cuatro personas, Ramón Campos, Gema R. Neira, Salvador S. Molina y David Orea, es filmado con precisión por Albert Pintó. La música, los sonidos y la expectación que produce el relato fluye bastante bien para sumergirnos en la atmósfera antigua y desdeñada del oscuro lugar. ¿Qué sucedió allí? ¿Cuál es la razón de una presencia que se ve incomodada por los nuevos inquilinos? ¿Existe alguna relación con ellos?

La cinta aporta también una visión, aunque somera, de los cambios políticos-culturales de la España de la época. El abandono del campo, la migración a la ciudad, la renuencia a lo nuevo, la necesidad de adaptación, el mundo del trabajo, etc., son elementos que están descritos aunque no desarrollados, en un marco más contextual que definitivo. El argumento también suma temas familiares, entonos complejos, sufrimientos familiares, historias desgraciadas y por supuesto, aberrantes discriminaciones.

“Malasaña 32” ejecuta un final paranormal, sin duda, pero a diferencia de otros que se enloquecen con lo absurdo, esta cinta lo hace alrededor de un contenido interesante. No solo se trata de descubrir qué es lo que acecha, sino por qué actúa de esa manera. Así, no solo el misterio se revela sino que también descubrimos la sustancia que lo provoca, componiendo un final que responde al género, que no podemos anticipar y que finaliza adecuadamente.

Ficha técnica

Título original: Malasaña 32
Año: 2020
Duración: 105 minutos
País: España
Productora: Warner Bros. España, 4 Cats Pictures, Atresmedia Cine, Bambú Producciones, Mr. Fields and Friends
Género: Terror | Sobrenatural. Casas encantadas. Años 70. Basado en hechos reales
Guion: Ramón Campos, Gema R. Neira, Salvador S. Molina, David Orea
Música: Lucas Peire, Frank Montasell
Fotografía: Daniel Sosa
Reparto: Begoña Vargas, Iván Marcos, Bea Segura, Sergio Castellanos, José Luis de Madariaga, Iván Renedo, Javier Botet, María Ballesteros, Rosa Álvarez, Concha Velasco, Almudena Salort, Hugo Fuertes Marciel, Álex Fuertes, Antonio Del Olmo, Eduardo Antuña, Ricardo Reguera
Dirección: Albert Pintó

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