miércoles, 4 de noviembre de 2020

El juicio de los 7 de Chicago - Por Carlos Correa

Disponible en Netflix. 


Una serie de elementos de contexto histórico se retratan en los primeros minutos de este filme. Palabras del Presidente de Estados Unidos, Lyndon Johnson, en un video de 1968 y de Martin Luther King Jr. en un discurso antibélico, dan paso a la presentación de quienes son los protagonistas del relato.

Transcurre el verano del año 1968. Rennie David -Alex Sharp- y Tom Hayden -Eddie Redmayne- declaran que concurrirán a Chicago porque quieren manifestarse contra la Guerra de Vietnam en la Convención Demócrata que está por elegir al candidato que enfrentará al republicano Richard Nixon. Ambos jóvenes, líderes de los Estudiantes por la Sociedad Democrática, están convencidos y decididos a influir en la elección. Jerry Rubin -Jeremy Strong- y Abbie Hoffman -Sacha Baron Cohen- también quieren el fin de la guerra. Como líderes del partido internacional de la juventud, consideran su deber concurrir a las calles de Chicago y enfrentarse con la policía de ser necesario.

Junto a David Dellinger -John Carroll Lynch-, líder de la Movilización para terminar la Guerra en Vietnam quien aboga por el respeto y la educación en las manifestaciones, aparecen Lee Weiner -Noah Robbins- y John Froines -Daniel Flaherty-, ambos con el claro propósito de oponerse a un conflicto bélico en que las muertes de los soldados enviados al frente de batalla aumentan cada día. Se suma a este grupo Bobby Seale -Yahya Abdul-Mateen II-, Presidente del Partido Panteras Negras, quien es acusado de un asesinato y carece de abogado defensor. Todos han sido capturados por agentes policiales en medio de disturbios y acusados de cargos de conspiración e incitación a la violencia.

Esta cinta, escrita y dirigida por Aaron Sorkin, se centra en el juicio que se desarrolla en la Corte Federal del Distrito Norte de Illinois en Chicago, presidido por el juez Julius Hoffman -Frank Langella-. Ante él alega el Fiscal a cargo, Richard Schultz -Joseph Gordon-Levitt- y el abogado defensor de los acusados, William Kunstler -Mark Rylance-, y la cinta aborda numerosos detalles de un proceso extenso, árido, marcado por una exasperante parcialidad y sensación de permanente injusticia.

Aaron Sorkin es hábil con los diálogos. Lo conocemos de sobra por sus anteriores trabajos, “Red Social”, “The West Wing”, entre otras, y esta no es la excepción. Vibrantes, nutridos y rápidos, los textos fluyen en todo momento con una abundancia que bien podría resultar cansadora. Sorkin esta vez filma su propio guion y su mano emerge clara al dotar a sus personajes de un temple que se condice con el desafío verbal propuesto a sus actores.

La película tiene un mensaje claro y un punto de vista innegable a pesar de poner en conflicto dos temas que aparecen como antagónicos; el derecho a manifestación y la acción de la policía ante el control del orden público. De hecho, gran parte del alegato se centra en descifrar quién comenzó los disturbios para con ello encontrar la causa del problema. Pero sabemos que ese no es necesariamente el camino, porque hechos de este tipo responden a una multiplicidad de factores que probablemente nunca llegan a analizarse con la profundidad requerida.

El devenir del juicio, que es el elemento central de la cinta, también queda expuesto trasparentemente en la escritura del autor. Al observar la actuación del Juez, es difícil discrepar respecto a su falta de prolijidad junto a una evidente discriminación hacia los acusados, una parcial visión de los hechos e incluso una inexplicable omisión de pruebas sustantivas. En esos instantes, la pluma de Sorkin sorprende con líneas irónicas que quiebran el relato, en especial las mencionadas por el personaje interpretado por Sacha Baron Cohen.

Se extraña en esta película una mayor presencia femenina. Es un punto a descontar que, sin embargo, no resta mérito a su cuidadosa elaboración. La presentación de este hecho histórico, los valores que están en juego, la decidida defensa de la vida humana, la ratificación de principios fundamentales, la promoción de los Derechos Humanos, las manifestaciones antibélicas, la necesidad de una justicia imparcial y una mirada más global de los acontecimientos sociales, quedan impregnados en su atmósfera. De hecho, la temática parece muy actual, incluso 50 años después, porque parece que el mundo no avanzara o bien no aprendiera de sus errores anteriores. En palabras del propio Sorkin en las notas de producción, “el guión no cambió para reflejar los tiempos, los tiempos cambiaron para reflejar el guión”.

Ficha técnica

Título original: The Trial of the Chicago 7
Año: 2020
Duración: 129 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Coproducción Estados Unidos-Reino Unido; Amblin Partners, Paramount Pictures, Cross Creek Pictures, Marc Platt Productions, Reliance Entertainment, DreamWorks SKG, MadRiver Pictures, ShivHans Pictures. Distribuida por Netflix
Género: Drama | Basado en hechos reales. Años 60. Drama judicial. Drama socialGuion: Aaron Sorkin
Música: Daniel Pemberton
Fotografía: Phedon Papamichael
Reparto: Eddie Redmayne, Sacha Baron Cohen, Mark Rylance, Frank Langella, Joseph Gordon-Levitt, Jeremy Strong, John Carroll Lynch, Alex Sharp, Yahya Abdul-Mateen II, Michael Keaton, Ben Shenkman, J.C. MacKenzie, Noah Robbins, Alice Kremelberg, Danny Flaherty, John Doman, Mike Geraghty, Kelvin Harrison Jr., Caitlin Fitzgerald, John Quilty, Max Adler, Wayne Duvall, Damian Young, C.J. Wilson
Dirección: Aaron Sorkin

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