La abogada Virginia Goodman -Ana Wagener- llega al departamento de Adrián Doria -Mario Casas-. ¿El motivo? El joven y exitoso empresario es el principal sospechoso del crimen de Laura Vidal -Bárbara Lennie-, ocurrido en un retirado hotel en las montañas. Adrián alega inocencia. No recuerda nada de aquella fatídica noche. Solo haberse despertado por los golpes en la puerta de su habitación, al tiempo que descubría, horrorizado, el cadáver de su amante.
Virginia es conocida como la mejor preparadora de testigos del país. Su retiro es inminente sin embargo acepta éste, como su último caso. Tiene antecedentes nuevos que no están en poder del abogado principal de la causa, Félix Leiva -Francesc Orella-. La fiscalía ha encontrado un testigo clave que puede arruinar la estrategia de la defensa con su declaración en tres horas más. El tiempo apremia, tienen solo 180 minutos y la noche avanza; estratega y acusado deben encontrar la opción para librarse de la cárcel.
Esta cinta del director Oriol Paulo corresponde a su segundo largometraje. Con un guion escrito por él mismo junto a Lara Sendim, construye un thriller que avanza metódicamente en cada uno de sus argumentos. El protagonista lleva una doble vida. Es un exitoso empresario tecnológico, tiene esposa y un hijo pequeño. Laura, su amante, también lleva una vida parecida en lo formal. Casada, fotógrafa, profesionalmente activa e independiente. Son amantes, están bien así, no quieren cambiar. No obstante, Adrián tiene algunas dudas, asume internamente alguna culpa. Un falso viaje, un encuentro oculto, un incidente, un giro inesperado.
“Contratiempo” es de aquellas películas donde la intriga que contiene es mejor que su desarrollo. El relato es fragmentado. Durante el diálogo entre cliente y asesora vamos conociendo partes de los hechos. Preguntas precisas arrancan también confesiones. Algunos secretos quedan al descubierto, surge una vulnerabilidad evidente. Observamos la reconstrucción de la historia, visualizamos que no se puede ganar sin sacrificar algo. Con muchas idas y vueltas se presentan varios detalles importantes y otros quedan ocultos. Por esto es que destaca la intriga. Los sucesos no cuadran, algo falta, algo se escapa. La abogada quiere llegar a definirlo, presiona al acusado; ella sabe algo más, parece estar siempre un paso adelante.
La película sostiene su trama en base a las teorías construidas en torno al brutal crimen. El asesinato, un acusado, algún móvil y testigos. ¿Otros involucrados? Podría ser, pero, ¿por qué? Aparece ahí el principal rol secundario representado por Tomás Garrido -José Coronado-, quien siembra la duda y hace que cambie el curso de la narración. La defensa debe construir su argumento, debe tener detalles que reafirmen el camino escogido. No es sencillo, las piezas se diluyen y con ello disminuyen las posibilidades de enfrentar con éxito a un jurado. Varios hilos están presentes, listos para ser tirados. ¿Cuál lleva a la verdad? ¿Cuál es la verdad?
En este juego de posibilidades, el título de la película es gráfico; “contratiempo”. Desde luego, lo que surge de inmediato es la carrera y el apremio del tiempo. Pero también adquiere relevancia el percance, el obstáculo o tal vez el accidente al que hace mención el vocablo. Un contratiempo puede cambiar el desarrollo de los hechos. Un contratiempo también puede invertir el orden de los factores. Un contratiempo podría ser la delgada línea entre la libertad y la cárcel. “Contratiempo” funciona en líneas paralelas y resulta entretenida aunque no logre un mayor vuelo o un gran desarrollo. No importa, algunas veces solo basta con la capacidad de mantener la intriga. En este caso lo consigue y la historia supera la película.
Ficha técnica
Virginia es conocida como la mejor preparadora de testigos del país. Su retiro es inminente sin embargo acepta éste, como su último caso. Tiene antecedentes nuevos que no están en poder del abogado principal de la causa, Félix Leiva -Francesc Orella-. La fiscalía ha encontrado un testigo clave que puede arruinar la estrategia de la defensa con su declaración en tres horas más. El tiempo apremia, tienen solo 180 minutos y la noche avanza; estratega y acusado deben encontrar la opción para librarse de la cárcel.
Esta cinta del director Oriol Paulo corresponde a su segundo largometraje. Con un guion escrito por él mismo junto a Lara Sendim, construye un thriller que avanza metódicamente en cada uno de sus argumentos. El protagonista lleva una doble vida. Es un exitoso empresario tecnológico, tiene esposa y un hijo pequeño. Laura, su amante, también lleva una vida parecida en lo formal. Casada, fotógrafa, profesionalmente activa e independiente. Son amantes, están bien así, no quieren cambiar. No obstante, Adrián tiene algunas dudas, asume internamente alguna culpa. Un falso viaje, un encuentro oculto, un incidente, un giro inesperado.
“Contratiempo” es de aquellas películas donde la intriga que contiene es mejor que su desarrollo. El relato es fragmentado. Durante el diálogo entre cliente y asesora vamos conociendo partes de los hechos. Preguntas precisas arrancan también confesiones. Algunos secretos quedan al descubierto, surge una vulnerabilidad evidente. Observamos la reconstrucción de la historia, visualizamos que no se puede ganar sin sacrificar algo. Con muchas idas y vueltas se presentan varios detalles importantes y otros quedan ocultos. Por esto es que destaca la intriga. Los sucesos no cuadran, algo falta, algo se escapa. La abogada quiere llegar a definirlo, presiona al acusado; ella sabe algo más, parece estar siempre un paso adelante.
La película sostiene su trama en base a las teorías construidas en torno al brutal crimen. El asesinato, un acusado, algún móvil y testigos. ¿Otros involucrados? Podría ser, pero, ¿por qué? Aparece ahí el principal rol secundario representado por Tomás Garrido -José Coronado-, quien siembra la duda y hace que cambie el curso de la narración. La defensa debe construir su argumento, debe tener detalles que reafirmen el camino escogido. No es sencillo, las piezas se diluyen y con ello disminuyen las posibilidades de enfrentar con éxito a un jurado. Varios hilos están presentes, listos para ser tirados. ¿Cuál lleva a la verdad? ¿Cuál es la verdad?
En este juego de posibilidades, el título de la película es gráfico; “contratiempo”. Desde luego, lo que surge de inmediato es la carrera y el apremio del tiempo. Pero también adquiere relevancia el percance, el obstáculo o tal vez el accidente al que hace mención el vocablo. Un contratiempo puede cambiar el desarrollo de los hechos. Un contratiempo también puede invertir el orden de los factores. Un contratiempo podría ser la delgada línea entre la libertad y la cárcel. “Contratiempo” funciona en líneas paralelas y resulta entretenida aunque no logre un mayor vuelo o un gran desarrollo. No importa, algunas veces solo basta con la capacidad de mantener la intriga. En este caso lo consigue y la historia supera la película.
Ficha técnica
Título original: Contratiempo
Año: 2016
Duración: 104 minutos
País: España
Productora: Atresmedia Cine, Think Studio, Nostromo Pictures, Colosé Producciones
Género: Thriller. Intriga | Crimen
Guion: Oriol Paulo, Lara Sendim
Música: Fernando Velázquez
Fotografía: Xavi Giménez
Reparto: Mario Casas, Ana Wagener, Bárbara Lennie, José Coronado, Francesc Orella, Paco Tous, David Selvas, San Yélamos, Iñigo Gastesi, Manel Dueso
Dirección: Oriol Paulo
Año: 2016
Duración: 104 minutos
País: España
Productora: Atresmedia Cine, Think Studio, Nostromo Pictures, Colosé Producciones
Género: Thriller. Intriga | Crimen
Guion: Oriol Paulo, Lara Sendim
Música: Fernando Velázquez
Fotografía: Xavi Giménez
Reparto: Mario Casas, Ana Wagener, Bárbara Lennie, José Coronado, Francesc Orella, Paco Tous, David Selvas, San Yélamos, Iñigo Gastesi, Manel Dueso
Dirección: Oriol Paulo
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