viernes, 26 de abril de 2019

El Sembrador - Por Juan Pablo Donoso

Historia de amor verídica acaecida en insólitas circunstancias. Una obra sobre mujeres realizada por otra talentosa mujer.

En diciembre de 1851, el gobierno de Napoleón III aplastó la sublevación republicana. Y ordenó apresar a todos los sospechosos.

En una aldea montañosa de Francia, los militares tomaron prisioneros a todos los campesinos del lugar. En el villorrio quedaron sólo las mujeres y los niños pequeños.

Ignorando qué destino correrían, y a dónde serían trasladados, les correspondió a ellas hacerse cargo de las tareas del hogar, y abocarse a las faenas del campo: regar la tierra, sembrar y cosechar el trigo, y molerlo para hacer pan.

Como pasó mucho tiempo y ninguno regresó, las extenuadas mujeres de la comarca comprendieron que sería imposible subsistir en tales condiciones. La presencia masculina era indispensable.

De común acuerdo se juramentaron solicitar al primer hombre que apareciera, que las fecundara para así incrementar la exigua población.

Al cabo de un tiempo apareció un prófugo de la justicia que escapaba hacia la frontera por bosques y quebradas. Era un herrero cuarentón que, a cambio de comida y alojamiento, les colaboraría temporalmente en las tareas del campo.

Destinaron a la joven Violette, única que sabía leer, para que lo atendiera. Jean traía consigo algunos libros que interesaron a la muchacha. Y con la lectura en las noches de poemas de Víctor Hugo surgió una atracción entre ellos.

Enamorada por primera vez, le entregó gustosa su virginidad. Y con ello el consecuente embarazo. Las demás mujeres del pueblo, de diversas edades, le exigieron que lo compartiera con ellas según lo juramentado.

Y así Jean, con la resignación de Violette, debió también cumplir con las que aún estaban en edad de gestar.

Cuando después de un tiempo retornaron sólo dos aldeanos que habían sobrevivido, Jean debió seguir su camino rumbo al exilio prometiéndole a Violette que volvería por ella y por su hijito recién nacido.

Esta sencilla historia de amor y procreación está narrada con sobrecogedora belleza visual. El director de fotografía, Alain Duplantier, siguió los padrones estéticos de los grandes pintores franceses del realismo post-romántico del siglo 19. Es como si las pinturas de Camille Corot, Theodore Rousseau, Julien Dupré y, muy especialmente Gustave Courbet tomaran movimiento, y las humildes campesinas revivieran incluyéndonos en sus cuitas cotidianas, con sus pies descalzos, pesares de viudez y apetitos sexuales insatisfechos.

Si bien el relato carece de un conflicto progresivo, ya que a todo responde con inevitable naturalidad, el filme es un banquete visual de paisajes, claroscuros interiores, y del encanto primitivo que despliegan en todo momento aquellas rústicas aldeanas analfabetas.

Ópera prima de su guionista y directora Marine Francen, quien se fogueó durante años como asistente de grandes directores como Michael Haneke y de Olivier Assayas. Sin duda, una alumna aventajada.

FEMENINA POR EXCELENCIA. IMPACTANTE BELLEZA VISUAL. BASADA EN “LA MUCHAHCHA QUE SABÍA LEER” DE VIOLETTE AILHAUD.

Ficha técnica


Título Original: Le Semeur 
Drama, romance 
Cine-Arte Patricia Ready Francia, Bélgica – 1,38 hrs. 
Fotografía: Alain Duplantier 
Edición: Minori Akimoto 
Música: Frédéric Vercheval 
Diseño Prod.: Mathieu Menut 
Guion: Marine Francen, Jacqueline Surchat 
Actores: Pauline Burlet, Géraldine Pailhas, Alban Lenoir 
Directora: Marine Francen

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