jueves, 21 de marzo de 2019

Viviendo con el Enemigo - Por Juan Pablo Donoso

El título en inglés Aftermath significa “periodo que sigue a un desastre”. Y en ese ambiente sucede esta historia romántica y dolorosa.

Recién termina la 2ª Guerra Mundial. Los ingleses han triunfado y ocupan la ciudad de Hamburgo, completamente en ruinas. Los sobrevivientes son llevados a campamentos. Grupos terroristas nazis subrepticios buscan la manera de dañar a los invasores.

Al coronel Lewis Morgan ((Jason Clarke – La Noche más Oscura – 2012) le asignan una elegante mansión en el campo. El oficial trae a su esposa a vivir con él (Keira Knightley – Orgullo y Prejuicio). La casa pertenece a un arquitecto alemán llamado Stephan Lubert. El coronel le permite seguir habitando el tercer piso de la heredad junto a su hija adolescente Freda. Lo hace en atención a que Lubert está recién viudo.

En un comienzo, Rachel, la esposa británica abomina de la presencia del aristócrata por ser germano y, que en un bombardeo nazi a Londres, pereció su pequeño hijito.

Mientras en la ciudad demolida buscan cadáveres entre los escombros tenemos, entonces, a tres personas profundamente dolidas por la pérdida de sus seres más queridos compartiendo el mismo domicilio. Ese es el ámbito de la película.

La gradual atracción que surgirá entre Rachel y Lubert se fundará primordialmente en la desolación de cada uno. El marido de Rachel debe dedicar gran tiempo a los desposeídos hamburgueses dejándola sola en la casa junto al prisionero.

Entretanto Freda, la hija adolescente, acompaña a su enamorado terrorista en los planes para asesinar a los ingleses ocupantes.




Algunos espectadores tomarán este relato como un habitual melodrama de triángulo amoroso de posguerra. Pero si penetramos en el subtexto comprenderemos la invitación humanitaria que nos hace el autor y sus realizadores.

Así como son impactantes las imágenes de la que fue una bella ciudad reducida a escombros, cada uno de sus personajes – vencidos y vencedores – tiene también su corazón en ruinas.

Y todo lo que sucede en tales circunstancias – por muy elegantes que sean sus escenarios y ropajes – lleva el duelo de heridas abiertas y sangrantes. Las acciones serán producto de la impotencia, la sinrazón y la soledad.

Habrá que pasar por el tormento de cada uno de estos personajes, incluidos los secundarios, para que el proceso culmine con un atisbo de cordura. Y así podremos comprenderlos, y perdonar sus conductas, de la que todos, por culpa de la guerra, fueron víctimas inocentes.

Excelentes actuaciones, prolija reconstitución de época y escenarios, y un desliz amoroso que sólo requería un proceso de paciente MADURACIÓN.

RELATO DE AMOR Y POSGUERRA REALIZADO CON RESPETO, FINURA Y CONTENIDAS ACTUACIONES.

Ficha técnica


Título Original: The Aftermath Drama, guerra, romance 
FOX Inglaterra, Alemania, EE.UU. – 1,48 hrs. 
Fotografía: Franz Lustig Edición: Beverley Mills 
Música: Martin Phipps 
Diseño Prod.: Sonja Klaus Guion: Joe Shrapnel, Anna Waterhouse 
Actores: Keira Knightley, Alexander Skarsgård, Jason Clarke 
Director: James Gray

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