jueves, 24 de enero de 2019

Van Gogh: en las Puertas de la Eternidad - Por Juan Pablo Donoso

Un acercamiento muy personal del realizador neoyorkino Julian Schnabel a la psiquis de Vicente Van Gogh. Sólo viéndola así podremos disfrutarla. (Schnabel: Ganador del Oscar, Cannes y Globo de Oro por La Escafandra y la Mariposa -2007).

Sería fatal compararla con otras películas sobre este tema, por muy interesantes que fueran (Loving Vincente – 2017). Al igual que con las pinturas del holandés, en esta hay que dejarse llevar por las opciones estéticas, sonoras, visuales y biográficas que Schnabel escogió. Aunque sean incómodas.

Las técnicas adoptadas: permanente cámara en mano, un piano que insiste en determinadas notas y acordes, pantalla que en paisajes rurales desenfoca deliberadamente una franja inferior, y textos que se reiteran en un sinfín obsesivo, serían la forma de enfatizar la soledad y sensación de ridículo ante los ojos del mundo.

Una prolija recreación de época: en escenarios internos y exteriores, utilería, vestuarios, y una alternancia entre la penumbrosa iluminación con velas en contraste con el sol deslumbrante de los campos.

Es la antinomia con que el mundo externo colapsa brutalmente con el caos emotivo, e incontrolable, que tortura el equilibrio mental y religioso del pintor.

Muy reveladores son dos diálogos: con un anciano internado junto a él en la sala de baños del manicomio (Niels Arestrup), que podría ser más sabio que muchos filósofos, y con el sacerdote católico (Mads Mikkelsen) sobre el paralelo con la soledad e incomprensión que sufrió Jesucristo en su época.

¿Quién estaba más loco o era más visionario? ¿Bastaba la camisa de fuerza para controlar los gritos del subconsciente desbordándose sobre las telas en colores y formas rabiosas?

Willem Dafoe: absolutamente compenetrado en su personaje.

Insistimos en que si bien como biografía es fidedigna, los momentos fueron escogidos y escarmenados teniendo en mira la premisa del filme: Vincent por dentro, deslumbrado, tratando de congeniar consigo mismo y con quienes lo rodeaban.

Como carece de conflicto clásico, es el espectador quien debe armar el rompecabezas para configurar su interpretación sobre cómo fue el personaje, y qué nos quiso comunicar el guionista/director con este tratamiento audiovisual (incluyendo exquisitos silencios).

Se pueden elaborar muchas versiones fílmicas y teatrales sobre la vida de Van Gogh. Esta es sólo una de ellas y debemos evaluarla dentro de sus propias pautas creativas.

Valoramos que un hombre que ha sido pintor, como Schnabel, intente desde esa óptica traducir los conflictos esquizofrénicos, espirituales, y obsesionados por la luz como Van Gogh.

UNA OBRA BIOGRÁFICA MUY HERMOSA EN LA FORMA, Y MUY PERSONAL EN EL IMPULSO CREATIVO INTERIOR.

Ficha técnica

Título Original: At Eternity´s Gate 
Biografía, drama 
Diamond Films Suiza, Inglaterra, Francia, EE.UU., Irlanda – 1,51 hrs. 
Fotografía: Benoît Delhomme 
Edición: Louise Kugelberg, Julian Schnabel 
Música: Tatiana Lisovkaia 
Diseño Prod.: Stéphane Cressend 
Guionistas: Jean-Claude Carrière, Julian Schnabel, Louise Kugelberg 
Actores: Willem Dafoe, Rupert Friend, Oscar Isaac 
Director: Julian Schnabel

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