martes, 22 de enero de 2019

Van Gogh: en la puerta de la eternidad - Por Carlos Correa

Muchas obras cinematográficas han incursionado en la vida del revolucionario pintor francés post impresionista, Vincent Van Gogh. Hace poco, una propuesta llamada “Loving Vincent”, compuesta por más de 64.000 pinturas transformadas en fotogramas y desarrollada íntegramente en su característico estilo, nos asombró. En esta oportunidad, el director Julian Schnabel decide filmar el tiempo que el pintor pasó en Arles y en Auvers-sur-Oise, Francia, momentos en los que Van Gogh toma conciencia de su inestabilidad emocional a la vez que pinta, tal vez, lo más destacado de su trabajo. En palabras del director, "es una película sobre la creatividad y los sacrificios que tuvo que hacer Vincent para crear las espectaculares obras maestras que hoy en día son mundialmente reconocidas. No es la historia oficial, es mi versión. Una versión que espero que nos acerque más a él".

Sin duda es una visión particular y de autor. Schnabel intenta describir lo que posiblemente veía el pintor -que lo describe él mismo como aterrador-, influenciado quizá por el aislamiento y la soledad. En un viaje constante, Van Gogh parece buscar un camino que no encuentra rumbo. Esta búsqueda permanente lo lleva a la incomprensión e incluso a la reclusión, algo que de ninguna manera disminuye el vital impulso que siente por compartir su arte con la humanidad.

La cinta tiene un desarrollo bastante cadencioso. La cámara de Julian Schnabel es también en extremo nerviosa; tirita y salta permanentemente. Tiene además, un curioso efecto dado que se logra percibir que alguien está filmando, o al menos como espectadores tomamos conciencia que una persona sostiene la filmación. La partitura, firmada por Tatiana Lisovkaia, tiene momentos bellos, sin embargo en ocasiones asume una responsabilidad en la conducción que se ve truncada por cortes abruptos que no se condicen con el ritmo del relato. El protagonismo del piano en las secuencias de desarrollo tiende a anular la progresión de la tensión dramática -que muchas veces las cuerdas suelen reflejar mejor- lo que, sumado a algunas decisiones que resultan clave, me parece que no logra encuadrar correctamente la música con la imagen.

La excelente interpretación de Willem Dafoe dota a la cinta de una solidez especial y particular. Él debe soportar la historia, conducir, guiar, observar y decidir cada paso del camino que recorre el protagonista. Su transformación, reflejada en intensidad y en luces de locura, es transmitida de forma notable por Dafoe, logrando dar cuenta de la interioridad del artista, de su genio, de sus conflictos y contradicciones, de sus sueños y frustraciones.

A pesar de no profundizar en su amistad con Paul Gauguin, interpretado por Oscar Isaac, la complicidad de ambos pintores le permite al guionista y director inferir sobre la reconocida mutilación de su oreja izquierda y también sobre los misteriosos hechos de su muerte, abriendo otra tesis al respecto.

“At Eternity's Gate” es una película interesante de visitar pero incómoda en su forma y en su desarrollo. Pasando esas capas encontramos al artista y vemos claramente por qué Willem Dafoe gana merecidamente el premio al mejor actor en el reciente festival de Venecia.

Ficha técnica

Título original: At Eternity's Gate
Año: 2018
Duración: 106 minutos
País: Reino Unido
Productora: Coproducción Reino Unido-Francia-Estados Unidos; Iconoclast / Riverstone Pictures / SPK Pictures / Rocket Science / Rahway Road Productions. Distribuida por CBS Films
Género: Drama | Biográfico. Pintura. Siglo XIX
Guion: Jean-Claude Carrière, Julian Schnabel, Louise Kugelberg
Música: Tatiana Lisovkaia
Fotografía: Benoît Delhomme
Reparto: Willem Dafoe, Rupert Friend, Oscar Isaac, Mads Mikkelsen, Mathieu Amalric, Emmanuelle Seigner, Niels Arestrup, Anne Consigny, Amira Casar, Vincent Pérez, Lolita Chammah, Stella Schnabel, Vladimir Consigny, Arthur Jacquin, Solal Forte, Frank Molinaro, Alan Aubert, Vincent Grass, Clément Paul Lhuaire, Laurent Bateau, Montassar Alaya, Didier Jarre, Thierry Nenez, Johan Kugelberg, Alexis Michalik
Dirección: Julian Schnabel

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