miércoles, 31 de octubre de 2018

Bohemian Rhapsody - Por Carlos Correa

Me emocioné. Ojos húmedos y un nudo en la garganta al salir. ¿La película, la brillante actuación de Rami Malek que revive a Freddie Mercury o la inigualable música de “Queen”? Veamos.

La película viene con una dosis de polémica insoslayable. El director Bryan Singer fue despedido tras dos meses del rodaje y reemplazado por Dexter Fletcher quien finalizó las grabaciones. ¿Razones? Un sinnúmero de rumores, ausencia prolongada del set filmación, mala relación con los actores, entre otros. El resultado final son recreaciones, escenarios y locaciones muy bien construidas junto con actuaciones de la banda, y conciertos en vivo -especialmente su intervención en el recital “Live Aid”- que son excelentes, de primer nivel. Sin embargo, es posible percibir cierta ausencia de conducción justamente en el relato que va enlazando la historia, en esas uniones finas y delicadas que deben ser el soporte de un hilo conductor que permita que el filme no sea solo una suma de memorables eventos.

Esta travesía musical vibrante y emocionante es un viaje de sensaciones. La genialidad de Mercury se contrapone con la soledad, el abandono y la incomprensión que el músico vive en muchos momentos. “Queen” funciona como su familia lo que muestra la búsqueda de unidad y de estabilidad. Sin embargo, como es normal, surgen las crisis y los conflictos. Las lealtades son tensionadas por el utilitarismo de las relaciones. ¿Qué es lo que importa de verdad? Existe una amistad vital entre estos amigos desde sus orígenes, en “Smile” -el guitarrista Brian May, el baterista Roger Taylor más el bajista John Deacon muy bien caracterizados por Gwilym Lee, Ben Hardy y Joseph Mazzello respectivamente-, pero los desencuentros y la ambición personal desembocan en una inesperada pero necesaria distancia. Este punto de quiebre, Mercury lo sintetiza perfecto al momento del reencuentro de la banda en la víspera del multitudinario concierto de recaudación de fondos en Londres. “Ellos -los músicos que lo acompañaron en sus dos trabajos como solista- hicieron exactamente lo que les dije... pero así no resulta”. La ausencia de contrapunto, de opiniones distintas, de visiones diferentes, impide un desarrollo musical sólido.

¡Rami Malek está increíble! Para quienes lo seguimos en la serie “Mr. Robot” su talento no es novedad, sin embargo la sorpresa que nos regala ahora es una versatilidad notable y un trabajo redondo, tanto emocional, como físico y vocal, ya que si bien la banda sonora es original, su voz en los diálogos e interacciones no puede ser discordante y Malek logra esto de forma impecable. Físicamente, el actor se va transformando con el correr del metraje. Desde ser Farrokh Bulsara, de origen Parsi-Indio, hasta adoptar su nombre artístico de Freddie Mercury, su entrañable amor por Mary Austin interpretada por Lucy Boynton, y el descubrimiento progresivo de su bisexualidad, no deja duda alguna que su entrañable caracterización logra revivir al extraordinario vocalista.

La música de “Queen” es la esencia de la cinta. Bajo el impulso vigoroso de Freddie, la banda se arriesga a cruzar límites, a combinar géneros y a desarrollar una arriesgada ampliación estética. Las armonías reflejan gran osadía y convicción, un impulso trascendente y a la vez incontrolable. La película, tal vez en sus puntos más interesantes, nos entrega atisbos del posible proceso creativo de algunos de sus temas más famosos que van surgiendo de pequeñas células, pequeños motivos, ideas fijas, casualidades, discusiones y tantos otros particulares desafíos. La experimentación con las grabaciones -recordemos que eran en cinta, con pistas limitadas y posibilidades mínimas-, el uso de los canales y efectos estéreo junto a un sinnúmero de singularidades nos permiten apreciar algunas de las razones que los encumbran a su gran éxito y es por ello que tal vez exista un antes y un después marcado por su estilo único. La película desarrolla, como si se tratara de un gran concierto, una analogía con uno de sus mayores cumbres -la extraordinaria "Bohemian Rhapsody", que además titula el filme- donde podemos apreciar similitudes formales en la narración de la historia.

La pregunta inicial sigue aún sin respuesta. ¿La película, la actuación o la música? La dejo abierta para que cada lectora, cada lector pueda responderla una vez que asista a esta experiencia y realice su propia lectura. Al menos para mí, luego de algunos días de haberla vivido, sigue presente, rondando en mi cabeza y no me he podido despegar del Soundtrack que trae varias sorpresas interesantes para descubrir. La invitación queda, desde ya, extendida.

Ficha técnica

Título original: Bohemian Rhapsody
Año: 2018
Duración: 134 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Coproducción Estados Unidos-Reino Unido; GK Films / New Regency Pictures / Queen Films Ltd. / Tribeca Productions / Regency Enterprises
Género: Drama | Biográfico. Música
Guion: Anthony McCarten (Historia: Anthony McCarten, Peter Morgan)
Productor ejecutivo: Dexter Fletcher
Música: John Ottman
Fotografía: Newton Thomas Sigel
Reparto: Rami Malek, Joseph Mazzello, Ben Hardy, Gwilym Lee, Lucy Boynton, Aidan Gillen, Tom Hollander, Mike Myers, Allen Leech, Aaron McCusker, Jess Radomska, Max Bennett, Michelle Duncan, Ace Bhatti, Charlotte Sharland, Ian Jareth Williamson, Dickie Beau, Jesús Gallo, Jessie Vinning
Dirección: Bryan Singer

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