jueves, 9 de agosto de 2018

Megadolón - Por Carlos Correa

Esta súper mega producción sale a flote solo mientras se mantiene sumergida. Tanto es así que cuesta bastante clasificarla porque en rigor son varias películas en una, las más de las veces desconectadas entre sí y que deambulan sin un horizonte claro. Vamos por parte.

Un ambicioso proyecto de exploración submarina financiado por un excéntrico ultra archi millonario está a punto de descubrir algo increíble. Se trata de un mundo submarino mucho más extenso, bajo la capa del subsuelo de las fosas Marianas que se creía el lugar más alejado de la superficie, superando los 11.000 metros de profundidad. Durante esta exploración, el vehículo sumergible de última tecnología que encabeza la misión sufre el ataque inesperado de una criatura totalmente desconocida y brutalmente gigante. Allí entra en escena un experto buceador quien es llamado de urgencia para salvar a la tripulación. Jonás Taylor -Jason Statham- es un tipo especial y rudo que debe lidiar con los tormentos de su pasado y sacar adelante un rescate que parece imposible. Hasta allí, todo va relativamente bien, sin embargo la cinta se estira aún más y con ello el metraje se diluye en aguas profundas y en una superficialidad -con banales imitaciones- que la hunden definitivamente.

Hay que reconocer que no todo es negativo en esta película. La fotografía de Tom Stern del mundo submarino es bella. También los entornos del laboratorio de investigación y varias de las tomas aéreas que nos acercan al lugar están muy bien logradas. La acción también está bien filmada, nos sumerge en ese clima de amplitud oceánica y de vulnerabilidad humana ante la amenaza de lo desconocido. Los problemas más serios se presentan con los personajes debido a su escaso desarrollo, diálogos inútiles y vacíos y en gestos que definitivamente enturbian la fluidez de un relato que no encaja y que es forzado por el timón de un guion plano y flojo que lo deja a la deriva.

“Megalodón” de todas maneras entretiene a pesar de estar llena de clichés. Claro, hay que tener paciencia y aguantar la respiración cuando se trata de las escenas en superficie. Una vez que volvemos al interior del océano la filmación de Jon Turteltaub es mucho más natural porque se encuentra en un hábitat menos complejo de construir desde lo argumental y más claro de exponer desde lo visual.

Si aún no la ha visto, recomiendo no seguir con esta lectura. Las caricaturas de los personajes son tan básicas que podemos adivinar la suerte -o desgracia- del multimillonario, y la cantidad de muertes que asoman al equipo explorador. También podemos aventurar que el héroe logrará su cometido, no sin antes rescatar a su comprensiva ex mujer y también a su futura prometida. Lo de la bahía está absolutamente de más... ni si quiera funciona como guiño a la original “Tiburón”. Y por si lo anterior fuera poco, podemos comprobar que existe algo más terrible que un Megalodón: dos megalodones. ¿No será mucho?

Ficha técnica

Título original: The Meg
Año: 2018
Duración: 113 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Apelles Entertainment / Gravity Pictures / Maeday Productions / Flagship Entertainment Group. Distribuida por Warner Bros.
Género: Acción. Thriller. Ciencia ficción | Tiburones. Monstruos
Guion: Belle Avery, Dean Georgaris, Erich Hoeber, Jon Hoeber, James Vanderbilt (Novela: Steve Alten)
Música: Harry Gregson-Williams
Fotografía: Tom Stern
Reparto: Jason Statham, Bingbing Li, Rainn Wilson, Ruby Rose, Winston Chao, Cliff Curtis, Robert Taylor, Masi Oka, Ólafur Darri Ólafsson, Jessica McNamee, Page Kennedy
Dirección: Jon Turteltaub

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