jueves, 15 de marzo de 2018

Tomb Raider - Por Carlos Correa


Una nueva puesta en escena del video juego “Tomb Raider” llega a la pantalla grande. Corresponde a las aventuras de Lara Croft -interpretada esta vez por Alicia Vikander-, una joven de 21 años que vive al día, trabaja de mensajera movilizándose en su bicicleta por las calles Londres y apenas puede pagar sus gastos. Aun tiene en la retina a su padre que partió en busca de un objetivo, una isla perdida cerca de las costas de Japón, donde se presume existe un mito milenario. Han pasado varios años y él aun no regresa. En el imperio de las empresas “Croft” le insisten en que lo declare muerto y así pueda heredar su millonaria fortuna y la administración de sus múltiples bienes. Sin embargo Lara se resiste. Estando a punto de concretar dicha declaración, recibe una serie de pistas que la convencen de modificar el rumbo de su vida y salir tras la búsqueda de su padre al último lugar conocido del que tiene antecedente.

“Tomb Raider” tiene mucha acción y es entretenida. Los efectos especiales son excelentes y llama la atención la preciosa fotografía de George Richmond. No hay respiro en intensos 122 minutos que mantienen el ritmo y la tensión en forma continua.

Lara está inmersa en una búsqueda. No solo de su padre o de aquello que él buscaba. En realidad, Lara está en búsqueda de si misma. Los recuerdos de niña, el cariño de su padre, su afecto y cercanía, son imágenes recurrentes que aparecen una y otra vez. Por otra parte, Lara siente un llamado a pesar de no saber si tiene la decisión y valentía para enfrentarlo. De hecho, en más de una pelea deportiva en las que participa por afición, su voluntad ha sido doblegada y ha debido rendirse. Ello ha formado su carácter y casi sin darse cuenta, aquello surge con intensidad al verse envuelta en las innumerables dificultades que debe superar para sobrevivir.

El lado humano que la cinta propone en una capa externa, aunque sea bastante obvio, es interesante. La película no se entiende sin la motivación personal de Lara a ir más allá, de desafiarse y de no quedarse inmóvil. Los genes Croft marcan una diferencia. “Tienen trabajo que hacer”, le decía su padre, “responsabilidades que cumplir”. El llamado es a salir de la propia zona de confort.

A través de una bien lograda entretención gracias a un guion ágil y dinámico, el director Roar Uthaug juega con los efectos especiales y las cámaras para envolvernos y sumergirnos en este mundo de aventuras. El video juego está presente, lo sentimos en variadas secuencias, pero en la mayor parte del relato la cinta responde más a un estilo de acción juvenil que a un juego virtual. En ello hay un buen trabajo pues no se queda en lo típico sino que intenta algo más.

Aventuras por doquier, intensidad, vigor y ritmo, son ingredientes que no faltan en esta cinta. Por momentos es desbordante y verla en pantalla IMAX incrementa esta experiencia. Si a un excelente nivel de producción le sumamos una historia con contenido, el resultado es convincente. Y por supuesto, como en la mayoría de los relatos actuales, ya tenemos la mesa servida y la puerta abierta para secuelas que seguramente vendrán muy pronto.

Ficha técnica

Título original: Tomb Raider
Año: 2018
Duración: 122 minutos
País: Estados Unidos
Productora: GK Films / MGM / Square Enix / Warner Bros.
Género: Aventuras. Acción | Supervivencia. Videojuego
Grupos: Tomb Raider Novedad
Guión: Geneva Robertson-Dworet, Alastair Siddons (Personaje: Toby Gard)
Música: Junkie XL
Fotografía: George Richmond
Reparto: Alicia Vikander, Daniel Wu, Dominic West, Walton Goggins, Kristin Scott Thomas, Alexandre Willaume, Adrian Collins, Hannah John-Kamen, Nick Frost
Dirección: Roar Uthaug

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