viernes, 24 de noviembre de 2017

Verano 1993 - Por Juan Pablo Donoso

Película catalana enteramente hablada en ese idioma.

Nos emociona sin recurrir a eventos trágicos ni espectaculares. Sólo con la autenticidad de sus actores. Narrada más desde los sentimientos que con la razón.

Al igual que Cría Cuervos (1976 ), aquella joya de Carlos Saura, nos hace ver - ¡y sentir! – el mundo desde la perspectiva de una niña muy pequeña. En todo momento hay amor y generosidad, incluso cuando por descuidos involuntarios se cometen pequeños errores. Son comprensibles productos del desconcierto infantil.

Frida es una niñita de 6 años que quedó huérfana de padre y madre por razones que nunca se dicen, y que poco aportan al fondo de la historia. Es acogida por el matrimonio de unos tíos jóvenes que viven en el campo, y que son padres de Ana, una pequeña de sólo 3 años y para quien la llegada de su prima equivale a recibir una hermanita un poco mayor.

El relato nos muestra cómo, gradualmente, Frida se va acomodando a su nuevo hogar. Y que se construye con la fuerza de un amor colectivo. Nadie es malo, egoísta ni celoso. Por el contrario, el desafío es cómo manejar una circunstancia triste con la pura fuerza del cariño.

Notables las actuaciones de ambas niñitas: Frida de 6 años y Ana de tres. Los padres adoptivos, abuelos y nana, con mera honestidad van haciendo posible el proceso de adaptación en esa criatura.

Es admirable cómo Laia Artigas, quien interpreta al personaje central, transmite tanta emoción y carisma con tan corta edad. Sigue viviendo y jugando pero intuye que hay un vacío irremediable en su corazón.

Pareciera que nada importante sucede. Pequeños detalles, todos muy naturales y cotidianos. A esas niñitas tan chicas nadie podría haberlas dirigido en sus actuaciones. Sólo hubo que estimularlas para lograr aquel prodigio de espontaneidad. A tal punto que, acostumbrados a los efectos dramáticos, estamos siempre esperando que suceda algo fatal o violento. Y nada de eso ocurre. Vamos día a día, conviviendo con los pormenores de esa familia para culminar en algo inefable, que nos quiebra con esa misma vitalidad.

El mérito de la cinta, y de sus autores, es cómo aquella pureza nos va absorbiendo para dejarnos, al terminar, un legado tan poderoso de ternura. Quedamos con ganas de llorar sin saber por qué.

UNA JOYA DE EMOCIÓN Y SUTILEZAS QUE INVADEN NUESTRO SUBCONCIENTE HUMANIZÁNDONOS. ESTUPENDA.

Ficha técnica

Título Original: Estiu 1993 
Cine Arte Galería Patricia Ready 
Drama familiar España (Cataluña) – 1,37 hrs. 
Fotografía: Santiago Racaj 
Edición: Didac Palou y Ana Pfaff 
Música: Pau Boïgues y Ernest Pipó 
Diseño Prod.: Monica Bernuy 
Guión: Carla Simon Pipó – Valentina Viso 
Actores: Laila Artigas, Paula Robles, Bruna Cusí 
Director: Carla Simon

No hay comentarios.:

Publicar un comentario