domingo, 26 de noviembre de 2017

Jesús - Por Juan Pablo Donoso

Película chilena, realizada en coproducción con varios países, que nos plantea dilemas de Fondo - y algunas objeciones de Forma.

Fondo – (traición y paternidad)

¿Qué puede hacer un padre solitario cuando su único hijo adolescente resulta incorregible?

El tormento recae en la impotencia del padre (Alejandro Goic). Pero el relato nos acerca más a su hijo, Jesús (Nicolás Durán), quien rehúye estudiar, miente para obtener dinero, lleva una vida disipada de alcohol, drogas y sexo promiscuo junto a sus amigos, llegando incluso a masacrar a otro joven por ser homosexual.

¿Hasta dónde la Deslealtad y la Traición son condenables? En este caso, la del joven hacia sus compañeros de delito, y del padre por solidaridad para proteger a su hijo de la Justicia.

La cinta nos demuestra que hay tormentos de Conciencia que superan al cariño y a la lealtad.

Padre e hijo están amarrados a una circunstancia crítica que, más temprano que tarde, deberá sanjarse, siendo desgarradora en cualquiera de las alternativas.

Curiosa opción de llamar Jesús a ese muchacho díscolo y condenado a una tragedia final. Si pretendieron alguna semblanza con Dios Padre y el sacrificio de Cristo, o con Abraham y su hijo Isaac, de ninguna manera hay fundamento para las motivaciones morales planteadas en el filme.

Forma - (construcción del relato)

Realización sólida y meticulosa. Una obra poco grata, amarga, y con imágenes muy crudas, tanto hétero como homosexuales.

Excelente actor principal: Nicolás Durán. Admirablemente sumergido en las turbulencias de su estado.

Fotografía e iluminación, con acertados “low keys” (claroscuros) en coherencia con la trama y los sentimientos de sus personajes.

Algunas secuencias demasiado largas sin necesidad: con mayor selección pudo ser más tensa en su discurso. La “hibris” ya era elocuente.

Director Guzzoni y fotógrafa Álvarez se engolosinaron con las imágenes, y contraluces. Hay momentos estáticos, por ejemplo en la refractación sexual, que acusa un acertado nihilismo, pero otros son reiterativos y prescindibles.

Inteligentes opciones de edición elíptica (Andrea Chignoli).

Por resaltar la atmósfera (Rodrigo Bazaes) cayeron más en la reiteración y el tedio que en el ritmo y la empatía con los personajes… si es que alguna compasión fuera posible con tales criaturas erráticas.

El terrible dilema final del padre parece decirnos: “Cuando la carne de tu carne está podrida, ¿optarás por tu propia salvación y te mutilarás de ella?”

TRAGEDIA FILIAL PROFUNDA Y DOLOROSA CON GRANDES MÉRITOS Y ALGUNOS CRUDOS BEMOLES.

Ficha técnica


Drama Chile, Francia, Alemania, Grecia, Colombia – 85 minutos 
Fotografía: Bárbara Álvarez 
Edición: Andrea Chignoli 
Diseño Prod.: Rodrigo Bazaes 
Actores: Nicolás Durán, Alejandro Goic, Sebastián Ayala 
Guionista y Director: Fernando Guzzoni

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