domingo, 6 de noviembre de 2016

Mandarinas - Por Juan Pablo Donoso

Denuncia de brutalidad bélica concentrada en una pequeña granja de Estonia.

Los habitantes de la República Autónoma de Abkhazia luchan por separarse de Georgia. En plena década de los años 90 la guerra entre ellos es a muerte.

En una pequeña granja dedicada al cultivo de mandarinas, sólo permanecen dos campesinos a la espera de la cosecha para exportar la fruta y abandonar esa zona que se ha convertido en un campo de batalla. 

Ellos son Margus (Elmo Nüganen) e Ivo (Lembit Ulfsak). El primero es quien cosecha los cítricos, el segundo es el carpintero que fabrica los cajones para embalar la fruta. Sus familias han huido a radicarse en zonas y pueblos más seguros.

En un enfrentamiento de fuerzas enemigas, frente a la granja, mueren  soldados de ambos lados. Los campesinos sólo consiguen rescatar a 2 heridos graves, uno de cada bando. Los instalan en casa de Ivo, y traen a un médico rural quien les salva milagrosamente la vida. 

Durante la recuperación cada soldado va tomando conciencia de que cohabita, bajo el mismo techo, con el enemigo enfermo. Y a medida que se rehabilitan rebrota en ellos el odio y el impulso de venganza. 

Los pacíficos campesinos Ivo y Margus se limitan a darles techo y comida. Y a medida que avanza la mejoría intentan evitar que se maten mutuamente.

Tal es el desarrollo de la trama. Lenta e íntima. Siempre tensa. Las conversaciones van revelando sus historias familiares. Gradualmente, brota la verdadera condición humana. Son todos hombres sencillos, trabajadores, con similares anhelos y esperanzas. 

Esta convivencia va limando los resentimientos y recuperando la condición normal de personas atrapadas en medio de un conflicto externo  que ninguno provocó.

Cuando ya se pueden mirar a la cara y comienzan a congeniar, la ferocidad de la guerra vuelve a invadir aquella pequeña franja de tierra dejando en evidencia la irracionalidad de semejantes conflictos bélicos.

Cada uno de los personajes, absolutamente individualizados,  transmite su drama personal con simpleza. La sabia generosidad de Ivo, el carpintero y anfitrión, nos permite empatizar emocionalmente con el desquicio que trae la guerra. Margus, por su parte, humilde e ingenuo, sólo quiere recoger las mandarinas de su huerto antes de irse. Y los dos combatientes van desprendiéndose de sus aguijones de enemistad, reconociéndose también como seres humanos víctimas de las circunstancias.

Amable idea del exhibidor de la sala El Biógrafo de tener en el foyer un canasto lleno de exquisitas mandarinas para que el público saque gratuitamente.

INTIMA  TRAGEDIA  BÉLICA  EN  QUE  ENEMIGOS IRRECONCILIABLES  RECUPERAN  POR  UN  INSTANTE  LA CORDURA  Y  LA ILUSIÓN  DE  VIVIR EN  PAZ.  

Ficha Técnica

Mandariinid
2013
Fotografía: Rein Kotov                                                                       
Música:  Niaz Diasamidze                                                                     
Drama antibélico                                                                                  
Estonia, Georgia
87 minutos
Actores: Lembit Ulfsak, Elmo Nüganen, Giorgi Nakashidze
Director y Guionista: Zuzu Urushadze

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