miércoles, 8 de junio de 2016

Heidi - Por Juan Pablo Donoso

Una joya de ternura y talento. Es difícil que algún espectador quede indiferente al verla.  

Las novelas HEIDI – 1 y 2 – de la autora suiza Johanna Spyri pertenecen a la literatura clásica del siglo 19. La profundidad y  sencillez con que tocan el corazón de los lectores, niños y adultos, las hicieron inmortales. 

Desde la década de los años 30 han sido llevadas al cine en más de 10 oportunidades, y siempre son un éxito. El primer registro data de 1937, y tuvo como protagonista a Shirley Temple. Hubo una bellísima versión alemana, en blanco y negro, en los años 50, que permanece olvidada en las antologías. Y luego, con el advenimiento de la televisión vinieron las series homónimas en dibujos animados japoneses, con las cuales crecieron, y disfrutaron, muchas generaciones. (“Abuelito dime tú…”).

Cuando ya parecieran agotadas tantas versiones a lo largo de los años, surge este filme suizo, dirigido por Alain Gsponer y  guión co escrito con  Petra Biondina Volpe. 

Escogieron los momentos principales del 1° Tomo de la novela, con los personajes esenciales, y lograron transmitir – en fondo y forma – la magia de su autora. Y se anuncia la 2ª Parte.

La historia es sencillísima, pero es tal la transparencia interior de sus personajes, la naturalidad de las situaciones, que la recreación de época y los comportamientos constituyen, con su sola exposición, un paradigma de psicología y pureza espiritual.    
La luminosidad de los paisajes alpinos, la reconstitución de calles en Frankfurt, el virtuosismo de los decorados, y el tratamiento lumínico de la fotografía de interiores evocan los más bellos cuadros flamencos.

Cada actor escogido fue un acierto, sobresaliendo la pequeña Anuk Steffen, que pareciera haber nacido para interpretar a la huerfanita Heidi. Y digno de mención es el consagrado actor Bruno Ganz (especialista en personajes siniestros o torvos del cine alemán), como el abuelo, demostrando  su capacidad de conmovernos desde la hosquedad de su carácter.

Por este relato desfilan las emociones básicas del alma humana: alegría, tristeza, ira, miedo, ternura  e, incluso en forma muy finamente sugerida, la sensualidad en su acepción más poética e inocente, en el encanto femenino de todas sus actrices, adultas y pequeñas.

A diferencia de un típico melodrama, aquí lo que desata nuestras lágrimas es la pureza y la ternura que nos va envolviendo; es la poderosa comunión entre personas, paisajes, animalitos, flores, y el inefable poder  de los sentimientos.       

UNA MARAVILLA EMOCIONAL PARA NIÑOS Y ADULTOS DE TODAS LAS EDADES.

Ficha técnica
   
Heidi
BFDistribution
106 minutos
Fotografía: Matthias Fleischer
Ambientación: Eva Stiebler
Vestuario: Anke Winkler                                                                                                        
Familiar
Alemania, Suiza
Guión: Petra Biondina Volpe
Actores: Anuk Steffen, Bruno Ganz, Isabelle Ortmann
Director: Alain Gsponer

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