La Tierra es un mundo posapocalíptico carente de agua y combustible. Los desiertos son planicies muertas que se extienden por doquier. Sus habitantes, en su mayoría, tribus de engendros salidos de un cuadro de Salvador Dalí o el Bosco. Es una era de desolación, angustia, y desesperanza.
Mad Max, furia en la carretera, la cuarta entrega de la saga iniciada en 1979 por el director australiano George Miller –ese road movie protagonizado magistralmente por un joven Mel Gibson–, es un reinicio de la serie de filmes iniciáticos, donde los personajes van evolucionando, creciendo o involucionando, en la medida que avanza el metraje y los kilómetros de carretera –Thelma y Louise; Paris, Texas, por dar dos ejemplos–.
La estética grunge, punk y hardcore, dura, oxidada, desencantada en muchos aspectos, reflejan no sólo el mundo sino la psique de los protagonistas, sumidos en el nihilismo extremo donde lo único válido es la supervivencia de la especie, donde las mutaciones son una parte más del diario vivir y la naturaleza puede ser una feroz enemiga y otro antagonista que se alza, de distintas formas, contra los protagonistas.
Tom Hardy –premio Bafta en 2010 a la estrella emergente–, recrea al 'loco Max' en forma convincente. No es un reflejo del personaje encarnado por Gibson, por el contrario, en este reboot –reinicio–, Hardy proyecta su propia personalidad y construye un personaje perseguido por su pasado, que lucha internamente con constantes pesadillas e ilusiones ópticas que emergen guturales en momentos cruciales de peligro inminente y latente en todo el metraje de la película.
Mención aparte merece Charlize Theron –Prometheus–, quien da forma a Furiosa, noble, carismática, hermosa pero transformada en un engendro por su brazo esquelético y robótico, cuya única finalidad es conseguir la preciada redención, y que en muchos momentos del filme le roba el protagonismo al siempre carismático Tom Hardy.
Cada uno de los personajes, de una u otra forma, se va encontrando a sí mismo en este infierno dantesco. Todos, de una u otra forma, van tras el descanso que les espera en la mítica tierra prometida. Un espejismo más de este desierto melancólico de polvo furioso que azota a los más de 150 magistrales vehículos creados para la película y donde destacan el Interceptor, un Falcon Coupé XB V8; el The gigahorse, un Cadillac de Ville Coupé de 1959 –un montaje de dos de estos autos–, y el semitráiler de 18 ruedas conducido por Charlize Theron.
Sin lugar a dudas, la cinta, incansable, tenaz, abrumadora, emocionante, radicaliza la violencia como forma de vida y de supervivencia de la especie, enmarcando este brutal wéstern futurista con la estridente música de Tom Holkenborg, más conocido como Junkie XL –Divergente, Batman v Superman: Dawn of Justice–, que no sólo es banda sonora, sino también coprotagonista, ya que acompaña en todo momento a los persecutores en su porfiada lucha por conseguir el preciado tesoro robado, y a los protagonistas en su búsqueda de la redención.
Ficha técnica
Titulo Original: Mad Max: Fury Road
Distribuidor: Warner Bros
Duración: 120 minutos
Distribuidor: Warner Bros
Duración: 120 minutos
Calificación: Mayores de 14 años
Género: Acción – Ciencia ficción
Año: 2015
País: Australia – Estados Unidos
Elenco: Tom Hardy, Charlize Theron, Nicholas Hoult y Hugh Keays-Byrne
Género: Acción – Ciencia ficción
Año: 2015
País: Australia – Estados Unidos
Elenco: Tom Hardy, Charlize Theron, Nicholas Hoult y Hugh Keays-Byrne
Director: George Miller