jueves, 16 de enero de 2014

DIANA - Por Musia Rosa

Esta película, basada en el best seller “El último amor de Diana” de la novelista Kate Snell, muestra el último período de la vida de Lady D, donde alejada del príncipe Carlos tiene un supuesto romance con el médico pakistaní Hasnat Khan.

El director alemán Oliver Hirschbiegel (“La Caída”, sobre los últimos días de Adolf Hitler) trivializa la historia de la princesa de Gales al mostrarla como una joven caprichosa que al ir a visitar a una amiga al hospital, se siente inmediatamente atraída por el médico cardiólogo que la atiende, no lo disimula en absoluto, sino que lo mira insistentemente con una sonrisa coquetuela propia de una quinceañera desvergonzada y no de una princesa preparada para actuar con la dignidad que exigía el medio en que le había tocado vivir.

Sus actos humanitarios que le conocemos y vemos en el filme y que la hicieron merecedora del amor del pueblo de Inglaterra y del respeto de todo el mundo no logran convencer ni conmover, salvo algunas honrosas excepciones, porque se presentan como actividades muy secundarias a su pasión  por Hasnat Khan y al deseo de no vivir en soledad, incluso se ven como acciones más para llamar la atención de su amado que la verá en las pantallas de la TV y que ya ha decidido alejarse de ella, por sentirse muy complicado con esta relación.

El diálogo es pobre, a ratos, intencionadamente filosófico y otros majadero, al reiterar lo que todos sabemos, que en ese momento la princesa era la mujer más famosa en el mundo para muchos,  que en su matrimonio habían tres personas y que los paparazzi la acosaban permanentemente.

La gran actriz Naomi Watts (“Lo imposible”) en el rol de Diana de Gales, aunque no logra la altura que merecía la princesa, ella se esfuerza en imprimir credibilidad al personaje que le presentaron para interpretar, para lograr, junto a las buenas actuaciones del resto del elenco, interesar y entretener con una historia que se desliza sin tropiezos ni destrezas fílmicas. 

Es una película frívola, sin médula ni sutileza, muy lejana a todas las películas sobre la realeza británica a la que nos han malacostumbrado los cineastas británicos en el último tiempo, bástenos recordar las afamadas “The Queen” (2006), de Stephen Frears, y “El Discurso del Rey” (2010), de Tom Hooper, donde la elegancia y solemnidad de la realeza es tratada con sencillez y sobriedad, para hacerla humana y digna la vez.

En honor a la verdad de la trágica vida de Lady D, debió hacerse algo más sólido, profundo y emotivo, que diera cuenta de su fatal destino y de la adoración del pueblo inglés, con más fundamento y mística, se lo merecían ella y el pueblo de Inglaterra.

Ficha técnica

Calificación: Todo espectador
Género: drama
Duración: 113 minutos
Año: 2013
País: Gran Bretaña, Francia, Bélgica
Elenco: Naomi Watts, Naveen Andrews, Douglas Hodge, Juliet Stevenson, Geraldine James.

Director: Oliver Hirschbiegel

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