lunes, 14 de septiembre de 2020

Un día perfecto - Por Carlos Correa

Disponible en Netflix.


En una zona de guerra, una ONG colabora en diversas tareas acuciantes para las personas del lugar. La principal, retirar un cadáver de un pozo de agua. Ha sido tirado para contaminar el vital elemento y desabastecer a la población. La soga se corta y el esfuerzo se frustra. ¿La misión? Conseguir una nueva. Se transforma en una odisea, al igual que encontrar un balón de fútbol para un niño a quien se lo han quitado.

Los personajes de este particular relato basado en la novela de Paula Farias son muy diferentes. Mambrú -Benicio del Toro-, lidera el rescate del cuerpo desde el pozo, pero lo único que desea realmente es concluir sus días en servicio y volver a casa. Le acompaña Sophie -Mélanie Thierry-, una joven e ilusionada voluntaria francesa que ansía colaborar aunque sin claridad en qué y cómo. Por su parte, B -Tim Robbins-, es dueño de la incertidumbre y del humor de la cinta mientras Damir -Fedja Stukan-, el traductor, solo quiere que termine la guerra. La llegada de Katya -Olga Kurylenko-, ex amor de Mambrú, imprime una dosis de tensión, a la vez que la historia de Nikola -Eldar Residovic-, el niño que desea de regreso su pelota, es la más desgarradora y profunda de todo el metraje.

El director Fernando Léon de Aranoa no desarrolla a cabalidad sus personajes. Se observan las capas que componen la narración sin embargo se diluyen rápidamente. La película no logra tomar vuelo, falla en el desarrollo de su narrativa. La intención es muy clara, mostrar la guerra desde otra mirada, con otros ojos y destacar el gran valor del voluntariado. También dejar en evidencia lo que involucra políticamente, la gran cantidad de organizaciones -Cascos Azules, Ejércitos locales, ONG, grupos diversos, etc- que se encuentran en el lugar y que no siempre facilitan las tareas sino más bien las complican incluso al nivel de estorbar.

La película también muestra perspectivas personales e individuales. Obligados a trabajar en equipo, se observan fisuras y problemas inherentes a una labor colaborativa esencial. El humor ofrecido resulta desafiante y especial. Y la banda sonora descoloca, aparece como “fuera de juego” respecto a la acción que pretende representar.

“A Perfect Day” intenta decir mucho pero a mi modo de ver no lo consigue. Completa una denuncia, es verdad, y es antitética indudablemente, pero deja demasiados flancos abiertos. Las actuaciones contenidas -salvo Tim Robbins- tampoco colaboran. Se sienten poco libres y encasilladas. El minimalismo impreso por el director Fernando Léon de Aranoa extravía el rumbo al presentar una hilación compleja de sus secuencias. Cuando trata de enfocar se vuelve diáfana y así volvemos fojas cero, volvemos a comenzar.

El resultado es equívoco, poco efectivo y tal vez desilusionante. Desde luego, podemos nosotros completar el relato. En este caso, tal vez, adicionar quizá más de la mitad, pero entonces ya sería otro producto. Se transformaría en lo que nosotros pensamos y queremos que sea y no necesariamente lo que observamos en la pantalla. Esto es posible, sin duda, y constituye la gracia de una obra artística sobre la que podemos tener diversas miradas y apreciaciones. Concedo el punto, sin embargo en mi caso no logra seducirme para recrear la historia.

Ficha técnica

Título original: A Perfect Day
Año: 2015
Duración: 106 minutos
País: España
Productora: Mediapro, Reposado Producciones, Televisión Española (TVE)
Género: Drama | Comedia dramática. Road Movie. Guerra de los Balcanes
Guion: Fernando Léon de Aranoa, Diego Farias (Novela: Paula Farias)
Música: Arnau Bataller
Fotografía: Alex Catalán
Reparto: Tim Robbins, Benicio del Toro, Olga Kurylenko, Mélanie Thierry, Fedja Stukan, Eldar Residovic, Sergi López
Dirección: Fernando Léon de Aranoa

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